Raikkonen gana el Mundial 2007 desde la sombra
McLaren pierde contra todo pronóstico un campeonato en el que Alonso y Hamilton tenían todas las probabilida-des.
El piloto finlandés Kimi Raikkonen, el 'hombre de hielo', se ha proclamado campeón del Mundo tras ganar con autoridad en cita clausura del Mundial 2007. El corredor de Ferrari, que ya optó al título en 2005 y 2003, ha visto cumplido su sueño tras firmar una carrera impecable, con un ritmo muy superior al de sus rivales más directos, Lewis Hamilton y Fernando Alonso, que han concluido tercero y octavo respectivamente. Con dos pilotos copando el podio y contra todos los pronósticos, Ferrari, que ya ostenta el Mundial de Constructores, sorprende llevándose también el Mundial de Pilotos.
La mala fortuna se ha cebado otra vez con Hamilton. Pese a tener todo a su favor, los nervios y los errores mecánicos han truncado los deseos del rookie, que ha pagado caro sus deslices en China. Los nervios y el infortunio han acompañado al piloto de McLaren desde el inicio de la carrera. En la salida, Alonso, consciente de que gran parte de sus opciones residían en hacer una salida agresiva, ha aprovechado al máximo la táctica conservadora de su compañero, que se ha dejado adelantar por el finlandés de Ferrari, para colocarse tercero en una fila que lideraba Massa. La curva 'S' de Senna, tramo clave en Interlagos para iniciar el asedio, ha sido el punto negro de Hamilton. Alonso, emparejando su coche al del británico, ha entrado en la trazada por el exterior, ha aguantado y en la salida ha abierto todo el gas dejando por detrás la 'flecha' de Hamilton.
Alonso era tercero, y Hamilton acusaba aún más la presión. La lidia con Alonso era una mala señal, y la octava plaza a la que ha quedado relegado el debutante cuando intentaba resarcirse del bicampeón, mucho peor. Y con todo, el paseo por la arena no ha sido el mayor problema. Lo incomprensible ha sucedido en la octava vuelta: Hamilton bajaba su ritmo hasta casi detenerse. Su monoplaza no respondía a sus exigencias, y uno a uno, todos los pilotos han ido sobrepasando al inglés. Por primera vez en la temporada, Hamilton ha probado la última posición.
Con Hamilton fuera de la aspiración, Raikkonen, segundo tras su compañero Felipe Massa, veía más claras sus opciones, pero la épica igual de lejos al tener en el retrovisor a Fernando Alonso. La distancia con respecto al español se hacía más insalvable a cada vuelta (de 57 segundos ha sido la ventaja en algunos al término de la carrera) pero su segundo puesto no servía para nada si Alonso le acompañaba en el tercer peldaño del podio. Por su parte, Hamilton, recuperado de sus problemas mecánicos en la caja de cambios, ha iniciado una escalada personal de puestos contra todos.
El primer paso por la calle de boxes no ha variado el panorama en pista. Felipe Massa comandaba la carrera con autoridad, sin tregua para nadie, ni para su compañero de equipo. Alonso, víctima del graining (ampollas en los neumáticos que disminuyen el rendimiento del coche), rodaba a un casi un segundo por debajo de los registros del resto de pilotos, un ritmo que no era compatible con sus intenciones de lograr la proeza. El Mundial sólo podía ser para Raikkonen si concluía primero, Alonso tercero y Hamilton más allá del quinto puesto.
Kimi, campeón a la tercera
Para evitar la ilegalidad de frenar sin motivo alguno para dejar pasar a su compañero de equipo, Felipe Massa, ganador en Brasil en 2006 y virtual ganador de la edición 2007, ha esperado hasta el segundo repostaje para hacer realidad las ilusiones de iceman. A falta de 21 vueltas, Ferrari se preparaba para cambiar gomas. El finlandés entraba primero, y Massa, con el colchón de una vuelta más, ha rodado su vuelta con un tiempo ligeramente inferior al habitual.
La intención de ayudar a Kimi y el repostaje ha sido el preludio de la alegría en Ferrari. Kimi era primero al volver Massa a la pista. McLaren perdía el Mundial, y Ferrari explotaba de júbilo al ver que Hamilton no conseguía superar su octava posición. Después de dos años, el sucesor de Schumacher en Ferrari ha dejado patente que la mala suerte puede cambiar, y que competir desde la sombra puede dar frutos al final de temporada.
JUAN RÍOS - Madrid - 21/10/2007
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