lunes, 29 de octubre de 2007

ACANTOCÉFALOS

Son unas 1200 especies dioicas de endoparásitos; los adultos viven en el intestino de vertebrados y las larvas en artrópodos. Miden entre 2 mm y 1 m de longitud; su coloración varía entre crema, amarillo y pardo. Presentan eutelia y organización sincitial. Carecen de tubo digestivo; se alimentan a través de la pared del cuerpo.
PARED DEL CUERPO:
Cutícula: Formada por varias capas; es una defensa contra las enzimas del hospedador y se alimentan a través de ella ya que carecen de tubo digestivo.
Epidermis: Sincitial, con canales (lagunas) llenos de fluido. Existen unas prolongaciones de la epidermis y del sistema lagunar (lemniscos) que podrían funcionar como reservorio de líquido lagunar.
Musculatura: Circular y longitudinal. Pseudocele: Lleno de líquido; puede estar compartimentado por los sacos ligamentarios.

Pseudocele: Lleno de líquido; puede estar compartimentado por los sacos ligamentarios.

APARATO EXCRETOR:
Sólo aparece en una familia; se presenta como dos protonefridios que desembocan, en el aparato reproductor, a través de un conducto excretor común; parece que representan órganos residuales.

SISTEMA NERVIOSO:
Tienen un ganglio cerebroideo ventral en el receptáculo de la probóscide y un par de nervios longitudinales laterales.
Sólo presentan como órganos sensoriales papilas cefálicas y copuladoras.
REPRODUCCIÓN:
Los machos tienen dos testículos que se continúan a través de los conductos deferentes y se reúnen en un conducto eyaculador que termina en el pene; presentan una dilatación del conducto eyaculador (vesícula seminal) y glándulas accesorias (cementarias).
En las hembras los ovarios se disgregan para formar numerosas masas ováricas que sitúan en los sacos ligamentarios y en el pseudocele. Presentan una campana uterina que comunica con el útero y la vagina. La campana uterina funciona como un órgano selector que sólo permite el paso a los huevos maduros.
Fecundación interna; las glándulas cementarias del macho producen el capuchón de fecundación de las hembras que cierra el orificio femenino; la larva se desarrolla en el pseudocele de la hembra (larva acantor, con ganchos anteriores). Los huevos salen del hospedador con sus heces y deben ser ingeridos por el hospedador intermediario; en su interior eclosionan, sale la larva acantor y se transforma en la acantela; ésta se enquista (cistacanto). Cuando el hospedador definitivo ingiere al intermediario el cistacanto se desenquista y se desarrolla el adulto.

Apuntes de Zoología – Ana G. Moreno

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