Dejando a un lado los análisis clínicos
- eso son fruslerías – sé que la tengo encima.
Dispuesta a cercenarme con su espada
pero deseo, firmaría ahora mismo,
porque fuera certera en su caída,
y no me diera pié a cavilaciones posteriores.
Es curioso mi obstinado empeño en barrerme del mundo
sin que los hados rechazaran dejarme sin futuro
para ahora colgarme el San Benito del infarto
o de cualquier trombosis inmediata.
Pero creerme, ahora quiero separarme de la vida
porque debo muchas cosas todavía.
Por esa y otras razones
no me gustaría que la canina
decidiera “hacer de su capa un sayo” con mi vida.
Escrito por Musaraña
Benacazón 13.12.1995
No hay comentarios:
Publicar un comentario