domingo, 24 de junio de 2007

Una noche ...

Una noche frente a un cielo nublado
deserté de mi entusiasmo y lo dejé ir
como agua que abandona una bañera,
porque a tu contacto
mi piel se endureció de golpe, petrificada,
como si un resorte invisible saltara de improviso
pasé de la perplejidad al desinterés.
Una noche, frente aun mar embravecido,
destruí en un momento los miedos de la infancia,
y aquella inmensidad,
concibió mis alas como dardos de hielo
y el futuro se hizo inalcanzable,
la vida se redujo
aun puñado de tiempo
que a la postre descubrimos que era el nuestro.

Escrito por Musaraña
Benacazón 28.01.1992

No hay comentarios: