Irritación
Hay personas que se irritan con demasiada facilidad. Y eso no es ningún mérito, creo yo, sino más bien todo lo contrario. Suele ser síntoma de carácteres agrios, con poquito sentido del humor, y propensión a tomarse a sí mismos demasiado en serio.No hay nada peor que considerarse el centro del universo, creer que nuestras opiniones son dogmas y atreverse a juzgar a los demás como si fuésemos dioses del Olimpo...
Ante la necedad humana, serían convenientes algunas dosis de humildad y moderación, características que parecen olvidar muchos mortales...
Los que suelen enfadarse con el mundo suelen enfadarse sobre todo con ellos mismos. Sólo los amargados, los que van con una carga excesiva de frustraciones a cuestas, y los mediocres, viven en un estado de permanente malhumor. Si somos comprensivos con la flaqueza humana, si nos sabemos propensos a la duda y a la contradicción, también podremos vivir más relajadamente...
Todo ésto viene a cuento por una escultura de chocolate (... entre otras cosas).Hace años que el arte efímero está de moda.. Manifestaciones artisticas elaboradas con materiales poco duraderos. ¿Cuántas veces nos hemos extasiado ante una escultura hecha con arena, que encontramos en cualquier playa a pocos metros del mar? Sabemos que las olas se encargarán de ir consumiéndola, devorarán sus límites y borrarán su huella. No nos importa demasiado; sabemos que existen para seducirnos por un instante, que su destino es desaparecer dejándonos el recuerdo de lo bello...
Una galería de Nueva York revolucionó, en la pasada Semana Santa, a la mayor organización católica del país. Según informaban, se han indignado por la exhibición de una escultura que representa a Jesucristo crucificado y que está hecha de chocolate. La obra se titula "Mi dulce Señor" y es de tamaño natural.No entiendo por qué un Cristo de chocolate puede herir hasta tal extremo la sensibilidad cristiana. ¿En qué consiste exactamente la ofensa? Una representación de Cristo de chocolate creo que se parece más a un homenaje que a una ofensa. Eso debería de ser la opinión lógica de cualquier persona de bien, a no ser que tenga alergia al chocolate...
Hay reacciones increíbles que demuestran que algunas personas tienen tendencia a perder el tiempo con indignaciones absurdas...
Ante la necedad humana, serían convenientes algunas dosis de humildad y moderación, características que parecen olvidar muchos mortales...
Los que suelen enfadarse con el mundo suelen enfadarse sobre todo con ellos mismos. Sólo los amargados, los que van con una carga excesiva de frustraciones a cuestas, y los mediocres, viven en un estado de permanente malhumor. Si somos comprensivos con la flaqueza humana, si nos sabemos propensos a la duda y a la contradicción, también podremos vivir más relajadamente...
Todo ésto viene a cuento por una escultura de chocolate (... entre otras cosas).Hace años que el arte efímero está de moda.. Manifestaciones artisticas elaboradas con materiales poco duraderos. ¿Cuántas veces nos hemos extasiado ante una escultura hecha con arena, que encontramos en cualquier playa a pocos metros del mar? Sabemos que las olas se encargarán de ir consumiéndola, devorarán sus límites y borrarán su huella. No nos importa demasiado; sabemos que existen para seducirnos por un instante, que su destino es desaparecer dejándonos el recuerdo de lo bello...
Una galería de Nueva York revolucionó, en la pasada Semana Santa, a la mayor organización católica del país. Según informaban, se han indignado por la exhibición de una escultura que representa a Jesucristo crucificado y que está hecha de chocolate. La obra se titula "Mi dulce Señor" y es de tamaño natural.No entiendo por qué un Cristo de chocolate puede herir hasta tal extremo la sensibilidad cristiana. ¿En qué consiste exactamente la ofensa? Una representación de Cristo de chocolate creo que se parece más a un homenaje que a una ofensa. Eso debería de ser la opinión lógica de cualquier persona de bien, a no ser que tenga alergia al chocolate...
Hay reacciones increíbles que demuestran que algunas personas tienen tendencia a perder el tiempo con indignaciones absurdas...
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