Avanza en el Campo la Humedad ...
Avanza en el campo la humedad
y la hierba abre sus ojos de escarcha
cuando aún la mañana apenas amanece.
La lluvia lame cálida el rocío
penetrando en el tronco abatido por el rayo
que abre sus entrañas como un útero roto.
Este es el mundo que nosotros llenamos
de poemas, de risas, de lágrimas.
Las aves se recogen de la lluvia
con su terrón humedecido,
mientras chillan inquietas las cornejas
en las oquedades de la roca.
Cuando los trigos altos separen el hilo del camino
inclinándose ondulantes como un mar,
descubrirás que mis rodillas y muñecas están tibias,
y que el tacto de tus dedos,
que me alcanzan por fin, a través de la mesa del bar,
descubren lo que significas para mí.
Escrito por Musaraña
Benacazón 28.01.1992
y la hierba abre sus ojos de escarcha
cuando aún la mañana apenas amanece.
La lluvia lame cálida el rocío
penetrando en el tronco abatido por el rayo
que abre sus entrañas como un útero roto.
Este es el mundo que nosotros llenamos
de poemas, de risas, de lágrimas.
Las aves se recogen de la lluvia
con su terrón humedecido,
mientras chillan inquietas las cornejas
en las oquedades de la roca.
Cuando los trigos altos separen el hilo del camino
inclinándose ondulantes como un mar,
descubrirás que mis rodillas y muñecas están tibias,
y que el tacto de tus dedos,
que me alcanzan por fin, a través de la mesa del bar,
descubren lo que significas para mí.
Escrito por Musaraña
Benacazón 28.01.1992
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