26 de Diciembre de 1994
Ese norte está más al norte y también es más frío. Allí todo se impregna de olor a invierno, a campo de escarcha y nieve. Allí lo áspero no es la arena sino el cierzo y el recuerdo. Allí lo obstinado es el tiempo enganchado a los árboloes viejos y esos gestos de angustias pegados al suelo. Pero existe otro norte y también otro invierno. En este de aquí las abejas zumban en un aire distinto y acarician las hojas amarillas que caen en el camino. Aquí las arrugas del agua al correr por el río se estiran, y los panes se asan en horno de leña y al amor de la lumbre construyen los hombres sus sueños. Y hay playas de humo y espejos con rocas del gótico más escogido. Sí, hablo de Burgos. Estoy paseando aquellos lugares que antaño paseamos y vuelven las sombras de entonces y llegando la tarde, la vida obstinada, me cierra la puerta a cualquier nuevo intento.
Por Musaraña (Mis Papeles 1994)
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