miércoles, 5 de septiembre de 2007

VERDE QUE TE QUIERO VERDE

Cuando miras fijamente a los ojos de alguien, puedes saber más incluso de lo que cuenta y muchas veces, la vida de uno despierta en la retina.

Aquella noche le conocería, aunque por su mirada, que nunca me engañó, me pareció conocerle de siempre. Hay veces que las miradas dicen más que lo que tú mente alcanza a pensar y más tarde a articular con la boca.

Sus ojos eran increíblemente bonitos, tremendamente cautivadores, arrebatadoramente dulces, irremediablemen-te seductores, extrañamente adictivos y de un verde que, de tan verde, se me antojaron azules.

Allí me encontraba, entre risas, tabaco, música y alcohol. Luchando con mi timidez y con su mirada en la distancia, intentando no mirarle mucho pero mirándole demasiado, intentando pasarle desapercibida mientras le gritaba con mis gestos, intentando esconderme entre la gente cuando sólo estaba él.

La vida es caprichosa y te pone en el camino personas con las que jamás te has cruzado y que probablemente nunca vuelvas a hacerlo. ¿Qué hacer entonces cuando te vuelves loco por volver a ver sus ojos y que tú nariz se llene de su olor? ¿Cómo volver a ver a alguien del que deseas conocer todo y todo lo desconoces? No hay que dejar a la vida decidir por tí... Ni al destino ganar tú propia partida. Yo aposté y gané y ahora duermo menos y sonrío más... Conozco cada rincón de mi casa por incómodo que sea e invento excusas absurdas para seguir descubriendo otros. Ahora veo verde a todas horas y huelo a chocolate todo el tiempo... Y le conozco…Porque me hablan sus ojos que nunca mienten y lo que dicen…¡¡ME GUSTA!!

Vía Permalink

No hay comentarios: