viernes, 7 de septiembre de 2007

Madrigal ...

Ojos claros, serenos,
si de un dulce mirar sois alabados,
¿por qué si me miráis miráis airados?
Si cuanto más piadosos
más bellos parecéis a aquel que os mira
no me miréis con ira,
porque no parezcáis menos hermosos.
¡Ay tormentos rabiosos!
Ojos claros, serenos,
ya que así me miráis, miradme al menos.

Gutiérrez de Cetina

No hay comentarios: