Apenas tu lejanía se produce
la sal se apodera de mis labios,
el aliento, turbulento antes, cae lento cuello abajo.
Nada, a partir de ahora, detiene la nostalgia
y me quedo sin tu tacto entre las manos,
mi cuerpo pierde el norte si se aventura por otras latitudes
recorriendo ajeno todos los caminos,
desconociendo todos los paisajes.
Tu recuerdo mana igual día tras día
tropezando en las esquinas de la infancia
y en los álbumes de fotos amarillas.
Cualquier día, al abrir de improviso una ventana,
te veré llegar como otras veces
y cada cavidad de mi memoria, cada deseo, cada pensamiento,
irrumpirá con violencia transformando el paisaje,
arrastrando ruinas, portando soledades,
sacudiendo recuerdos y hojas muertas,
dejando a su paso abiertas las venas de la vida.
Vivo de espaldas a los otros cuando tu apareces.
Vivo de espaldas a mi misma cuando tu no estás.
Escrito por Musaraña
Benacazón 22.03.1992
No hay comentarios:
Publicar un comentario