Halloween: El Origen (2007)
Ya son suficientes los remakes que nos han dado los de Hollywood como para saber que, a priori, ninguno de ellos conservará el olor a clásico que desprenden obras que no por ser una maravilla el tiempo las ha convertido en ‘imprescindibles’. Films como ‘Viernes 13′, ‘Pesadilla en Elm Street’, ‘Las colinas tiene ojos’ o ‘La Noche de Halloween’ se hicieron por dos duros y aún así a día de hoy siguen produciendo una inquietud en el espectador que supera el paso del tiempo.
De estos títulos se han hecho auténticas perrerías en formas de secuelas o remakes (a excepción de ‘Las Colinas’), pero alguien como Zombie no iba a seguir el dictado de lo ‘comercialmente correcto’.
‘Halloween: El Origen’ es el remake-precuela más interesante de los últimos años, el renacimiento de un mito del terror que con estas maneras puede perdurar años y con una puesta en escena casi redonda, aunque al director le ha faltado la mala hostia que destilaba en ‘Los Renegados del Diablo’ para convertir a Myers en el más salvaje de entre los salvajes.
Está claro que Rob Zombie ha nacido para hacer terror, y la saga del Capitán Spaulding (’Los renegados del Diablo’, ‘La Casa de los 10.000 cuerpos’) es tan cruel y vomitiva como divertida, por lo que con antecedentes tan contundentes ya podíamos intuir que el asesino nacido de las manos de John Carpenter en 1978 regresaría de forma triunfal tras un esperpento llamado ‘Halloween 20′ que era para llorar de la vergüenza. Se cumplen mis expectativas, y aunque hay detalles que pueden provocar la inquina del crítico más inconformista, como espectador no me siento defraudado.
Michael Myers vive en lo que comúnmente llamamos ‘familia desestructurada’. Junto a su madre (Sheri Moon Zombie), sus hermanos y un padrastro atroz, el chico descubre que la ira se apodera de él para convertirlo en un maníaco de mucho cuidado. Con el paso de los años, y sin que su terapeuta tenga mucho éxito (Malcolm McDowell), un Myers adulto (Tyler Mane) volverá a su hogar, y la joven Laurie (Scout Taylor-Compton) será su principal objetivo.
Si tomo como referencia a ‘La Matanza de Texas’ como el ejemplo más reciente de narración del origen de un asesino cinematográfico, debo decir que ‘Halloween’ está a años luz. Zombie se ha alejado de la manía más reciente de contar unos antecedentes de la forma más rápida posible para iniciar el contador de cuerpos. Así el director dedica toda una hora de metraje en desgranar, de forma sucia y agobiante, a un Myers de 10 años que poco a poco se convertirá en la bestia que conocemos, mostrando su relación con una familia de la que apenas habíamos oído hablar, y hasta dejando destellos de ternura e inocencia totalmente desconocidas en un personaje como éste.
Tras esta primera parte de precuela, llega el verdadero remake, y es una pena que justo en este momento Zombie pierda la brillantez del principio y se dedique a semi-copiar el clásico del 78, con escenas que muchos recordamos y unas variaciones básicas que le dan a la segunda parte una trama argumental que como espectador se agradece, ya que se desvía un poco del típico matar por matar. Aún así no va a faltar la sangre a chorreones, el susto fácil y un clásico entre los clásicos: si fo**as, estás muerto…
Si queréis que le encuentre algún ‘pero’, sin duda es el metraje de dos horas, un poco largo y algo extraño en este tipo de producciones, pero esto sería ya rizar el rizo, porque siempre nos quejamos de que no profundizan en la historia, y para una vez que lo hacen no los vamos a crucificar. Eso sí, no es la típica película al uso con adolescentes gritando, ya que la primera hora, con carga más dramática que terrorífica, puede desconcertar al que va buscando algo de consumo muy rápido.
De entre todos los actores, cuyos papeles se ponen a disposición de una historia y no al revés, el mayor acierto de Zombie ha sido (creí que nunca lo diría) Tyler Mane, que es la mejor encarnación de Michael Myers, con dos metros de puro músculo que lo convierten en un arma por sí sola. La careta de toda la vida y el cuchillo no son más que accesorios para un ser que de imponente ya da miedo. Va ser difícil volver a aquellos enclenques de las últimas secuelas.
No hace falta decir que no he salido defraudado tras ver ‘Halloween: El Origen’, y tampoco que la visión que tiene Rob Zombie de este género es de las que más se aproximan a lo que yo entiendo como entretenimiento cargante, que no tiene que ser forzosamente compartido por el resto del público, pero la historia, el ambiente y la banda sonora del original reutilizada por Zombie han sido capaces de hacerme olvidar que un remake no tiene que ser un motivo injustificado de una productora por sacar más dinero de algo muerto.
Ojala todos vinieran presentados de esta forma, pero va a ser que todavía nos queda mucha basura por tragar…
Bloody Will 3 de Enero de 2008
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