Ausencia
¡Agradezco al recuerdo de nosotros tantas cosas!
Me acarician la frente en el aire cansino de la tarde
citan tu ausencia a mi presencia de improviso
acelerando el ritmo de mi sangre.
Pero me siento bien, pues ahora
cuando aliento tu recuerdo porque quiero pensarte
sé donde estamos tú y Yo
y sin ánimo de querer cambiar las cosas
a lomos de los sueños más dispares
o de alguna que otra carta
o simplemente rememorando algún viaje
llegan hasta mí tus ojos, tu calma, tu mirarme.
Poco importa la forma y el lugar,
que sea en una vereda de montaña
o que con los pies descalzos recorra alguna playa,
que adormezca escuchando ese solo de chelo
o que estés entre él y yo al hablar quedamente
siempre se pega a mí como una lapa tu recuerdo
salta a buscarme en la mañana al levantarme
lo convierto en pelota anti-stress para calmarme
y lo abono y lo riego teniendo entre las manos una foto
que ha fijado ese instante, ese modo, ese día que tu viviste.
Quiero y necesito recordarte
porque en el mucho tiempo que el sosiego me invade
formas parte de todas las parcelas de mi vida
ya vividas y aquellas que me quedan por vivir.
Estás en la lluvia, en el silencio, en la noche.
Y Yo, por tus recuerdos, he sabido de ti lo inimaginable.
Escrito por Musaraña
Benacazón 07.06.1991
No hay comentarios:
Publicar un comentario