55 EDICIÓN DEL ZINEMALDIA
El director canadiense, David Cronenberg, y el actor estadounidense Viggo Mortensen.Foto: EFE
Comienzan diez días de cine y hechizo en Donostia
El Kursaal ha acogido esta noche la gala inaugural, en la que David Cronemberg ha elogiado el festival y Vigo Mortensen ha dedicado un "ondo pasa" a todos los presentes.
El Kursaal ha acogido esta noche la gala inaugural, en la que David Cronemberg ha elogiado el festival y Vigo Mortensen ha dedicado un "ondo pasa" a todos los presentes.
Crítica de Félix Linares sobre Eastern Promises.
El Zinemaldia invitó ayer, en su gala inaugural, a disfrutar de diez días de gestos, emociones y múltiples mira-das, contenidas en las 228 películas que se proyectarán en esta 55 edición, que abrió Eastern Promises, la nueva historia de violencia de David Cronenberg.
Sobre el escenario del Kursaal y con el sonido de fondo de la txalaparta tocada por Oreka TX, la actriz Cayeta-na Guillén Cuervo y la periodista Edurne Ormazabal guiaron al público a través de las distintas secciones del certamen, que presentaron rostros del cine español e internacional.
El realizador rumano Cristian Mungiu recogió el Gran Premio de la Federación Internacional de Críticos Cine-matográficos (Fipresci).
Tras los agradecimientos del director rumano a la Fipresci vinieron los del realizador noruego Bent Hamer al Festival, por haber programado la retrospectiva "Fiebre helada", que acercará al sur de Europa lo mejor del cine nórdico de la última década.
También será una edición especial para el cine de la tierra, ya que el Día del Cine Vasco celebrará este año su 10º aniversario.
Igualmente agradecido se mostró Phillippe Garrell, presentado como un referente de la cinematografía gala y que el Zinemaldia descubrirá para el público con una retrospectiva de su obra, en una apuesta por el cine "arriesgado", según palabras de Edurne Ormazabal.
Paul Auster ama el cine
El jurado se reservó para el final y en nombre de todos habló su presidente, el escritor estadounidense Paul Auster, que aseguró que está en Donostia-San Sebastián porque ama las películas. Su último filme, La vida in-terior de Martin Frost, se presenta en la Sección Oficial fuera de concurso.
La ceremonia la cerraron David Cronenberg y Vigo Mortensen, el protagonista de Promesas del este, que se proyectó a continuación y de la que ambos animaron al público a que la disfrutaran, aunque su director ad-virtió de que a quien no le guste no tiene por qué ser educado.
Ellos sí lo fueron. Cronenberg al asegurar que le había hablado del Zinemaldia como del Festival más bonito del mundo y Mortensen al saludar en euskera y añadir un "ondo pasa" (pasadlo bien) como punto final de la ceremonia.
El Zinemaldia invitó ayer, en su gala inaugural, a disfrutar de diez días de gestos, emociones y múltiples mira-das, contenidas en las 228 películas que se proyectarán en esta 55 edición, que abrió Eastern Promises, la nueva historia de violencia de David Cronenberg.
Sobre el escenario del Kursaal y con el sonido de fondo de la txalaparta tocada por Oreka TX, la actriz Cayeta-na Guillén Cuervo y la periodista Edurne Ormazabal guiaron al público a través de las distintas secciones del certamen, que presentaron rostros del cine español e internacional.
El realizador rumano Cristian Mungiu recogió el Gran Premio de la Federación Internacional de Críticos Cine-matográficos (Fipresci).
Tras los agradecimientos del director rumano a la Fipresci vinieron los del realizador noruego Bent Hamer al Festival, por haber programado la retrospectiva "Fiebre helada", que acercará al sur de Europa lo mejor del cine nórdico de la última década.
También será una edición especial para el cine de la tierra, ya que el Día del Cine Vasco celebrará este año su 10º aniversario.
Igualmente agradecido se mostró Phillippe Garrell, presentado como un referente de la cinematografía gala y que el Zinemaldia descubrirá para el público con una retrospectiva de su obra, en una apuesta por el cine "arriesgado", según palabras de Edurne Ormazabal.
Paul Auster ama el cine
El jurado se reservó para el final y en nombre de todos habló su presidente, el escritor estadounidense Paul Auster, que aseguró que está en Donostia-San Sebastián porque ama las películas. Su último filme, La vida in-terior de Martin Frost, se presenta en la Sección Oficial fuera de concurso.
La ceremonia la cerraron David Cronenberg y Vigo Mortensen, el protagonista de Promesas del este, que se proyectó a continuación y de la que ambos animaron al público a que la disfrutaran, aunque su director ad-virtió de que a quien no le guste no tiene por qué ser educado.
Ellos sí lo fueron. Cronenberg al asegurar que le había hablado del Zinemaldia como del Festival más bonito del mundo y Mortensen al saludar en euskera y añadir un "ondo pasa" (pasadlo bien) como punto final de la ceremonia.
Vía EiTB24
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