He palpado la noche con las manos
he quemado recuerdos y he llorado
llegado el ocaso, una luz estrellada de poniente,
ha husmeado ambas orillas de mi vida.
Poco a poco el agua va horadando la roca
y el tiempo escapa como un río.
En vano intento retenerle
el amor como el tiempo
deja de compartir y de mirar
el día que se vuelve hacia otro lado.
Escrito por Musaraña
Marburg (Alemania), 05.06.1994
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