El Lector (The Reader, 2008)
Dirección: Stephen Daldry.
Reparto: Kate Winslet (Hanna Schmitz), Ralph Fiennes (Michael Berg adulto), David Kross (Michael Berg de joven), Lena Olin (Rose Mather/Ilana Mather), Bruno Ganz (profesor Rohl).
Guión: David Hare; basado en la novela “El lector” de Bernhard Schlink.
Producción: Anthony Minghella, Sydney Pollack, Donna Gigliotti y Redmond Morris.
Música: Nico Muhly.
Fotografía: Chris Menges y Roger Deakins.
Montaje: Claire Simpson.
Diseño de producción: Brigitte Broch.
Vestuario: Ann Roth.
USA, Alemania 2008
La película nos lleva hasta la Alemania nazi. Son dos las cosas que centran el argumento. Por un lado la relación entre una mujer adulta, Hanna y un quinceañero llamado Michael. Ella le ayuda un día en que él se encuentra enfermo al volver del colegio. A partir de ese momento empiezan a verse de forma habitual y emprenden una tórrida relación amorosa.
En Hanna vemos a una mujer cariñosa, bondadosa, que se interesa por lo que el chico le lee y siente un verdadero aprecio por él, quien a su vez está obnubilado por su belleza. La relación transcurre en los términos que la mujer establece y él no se preocupa por mucho más que poder verla constantemente, antes que a sus amigos del colegio.
Pero un buen día ella desaparece y la vida de Michael ha de continuar sin ella. Empieza a estudiar derecho en la Universidad, años depués de su idilio con Hanna y con un profesor acude a los juicios contra algunos acusados de colaborar con los nazis. Sorprendentemente allí vuelve a encontrarse con Hanna, pero mientras él está entre el público, ella está en el banquillo de las acusadas.
Y aquí hay que hacer un inciso, porque se da una rocambolesca paradoja cinematográfica, porque ese buen profesor que les lleva a ver los juicios contra los nazis está interpretado por Bruno Ganz, el excelente, terrible e inolvidable Adolf Hitler de El Hundimiento.
Ahí empieza el otro gran tema de la película. Lo que hemos visto hasta ese momento de Hanna nos la muestra como una buena persona, pero a raíz del ascenso que tuvo y por el que abandonó a Michael, entró a trabajar como guardia en los campos de concentración. Durante el juicio asume su parte de culpa, aduciendo, como tantos otros hicieron, que sólo cumplía órdenes y hacía lo mejor que podía hacer, aún sabiendo que estaba mal.
Ahí es donde se destapa la parte moral de la película. Sabemos que Hanna era una buena persona, desde el primer momento que conoció a Michael le ayudó, ¿pero porqué ayudó también a los nazis entonces en sus fechorías? A pesar de eso podemos verla como una mujer esencialmente buena, sin poder dejar de lado las malas acciones cometidas. Pero en el juicio ella asume más culpa de la que debería. Es ahí cuando sí vemos maldad en sus compañeras, tan culpables como ella en el fondo, por lo que hicieron, pero peores en cuanto a sus convicciones, aunque es difícil saber si realmente son más culpables que Hanna.
Entre Michael y Hanna se sigue manteniendo una relación en la distancia, mediante correspondencia, hasta que él ya adulto y ella una anciana, vuelven a encontrarse, cara a cara, cuando le piden a Michael que la ayude al quedar ella en libertad.
La película es muy emotiva, tiene connotaciones que se hacen dura, ya que hay temas que lo son, pero la historia de amor en la que se envuelve todo y como cada cual asume sus culpas e intenta llevar su vida lo mejor posible está perfectamente definido.
Más allá de la historia en si, se plantean aspectos de la naturaleza humana. Hace poco se preparó un homenaje para un hombre que había salvado a una mujer que estaba siendo víctima de malos tratos. Poco después se supo que ese hombre tenía antecedentes por violencia de género y el homenaje se suspendió inmediatamente. Ese hombre posiblemente cometió actos buenos, heroicos, y malos, cobardes, ¿puede uno u otro convertirle en una mala o buena persona? El hecho es que si sólo se hubiera maltratado a alguna mujer, pero no se hubiera conocido, seguramente hubiera sido alabado por toda la sociedad y hubiera sido presentado como un ciudadano modelo, aunque realmente no lo sería,… ¿o sí?
En fin, recomiendo ver esta película, que se estrenará este viernes, porque artísticamente es excelente, interpretativamente tiene excelentes trabajos y la historia es interesante por otros muchos motivos.
En lo referente a los Oscars, que se entregarán en un par de semanas, tiene 5 nominaciones. Hay quien duda que mereciera estar entre las 5 mejores películas y mejor dirección, inclinándose más por La Duda, Wall-e o incluso El Caballero Oscuro. Una vez vistas todas, he de decir que es merecidísima esa nominación.
Fotografía y Guión, 2 de las otras nominaciones, también están a la altura, pero destaca Kate Winslet en su difícil interpretación de Hanna a lo largo de los años, que la colocan como principal favorita para llevarse el premio. Tampoco tengo dudas al respecto, y hay que alabar a los 2 actores que interpretan a Michael, David Kross de joven, un chico alemán que está por ver si llegará a destacar. Esperó a cumplir los 18 para rodar sin problemas las escenas de sexo con Winslet. ¡Me imagino lo dura de la… espera!
El Michael adulto es Ralph Fiennes, que a pesar de tener un papel muy secundario, deja muestras de su buen hacer.
por Mr. McGuffin
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