¿Cine independiente? No, mísero
Marta Larralde (a la izquierda) y Pilar Alonso junto al director Sergio Candel
Las actrices Marta Larralde (a la izquierda) y Pilar Alonso junto al director Sergio Candel.
Ayer se estrenaron dos películas rodadas en el desierto de Atacama, en Chile. De una, seguro que usted ya lo sabe todo: la protagoniza Daniel Craig, el cuerpo que ha encontrado James Bond en el siglo XXI para reencarnarse. Pero unos meses antes de que Craig paseara sus músculos por el pedregal chileno para esta superproducción multimillonaria, el valenciano Sergio Candel había estado en el mismo lugar. Fue allí con un reducidísimo equipo (dos actrices, un cámara y un sonidista) y 12.000 euros en el bolsillo para contar "una historia de amor inesperado" entre dos chicas que se van juntas de vacaciones.
Nos dieron un premio al mejor guión, pero la 'peli' no tenía guión".
El resultado es Dos miradas, una película que no es que sea independiente, sino que entra en la categoría de cine mísero, según su director. Sólo se puede ver estos días en el Pequeño Cine Estudio (Magallanes, 1).
A Candel, de 36 años, le bastó con ver las fotos que un amigo había hecho en el desierto de Atacama para decidir que era ahí donde quería localizar su segundo filme. Pidió un crédito, del que todavía le quedan tres años por pagar, y se llevó a su equipo a Santiago de Chile. Ahí alquiló una furgoneta. El equipo recorrió 5.000 kilómetros. Por supuesto, ninguno cobró un duro por su trabajo. "Lo hacemos simplemente por la satisfacción personal", dice Candel.
De preparación, nada. El productor, director de casting, localizador, guionista, director, distribuidor y lo que haga falta de Dos miradas se limitaba a poner a las dos actrices frente a la cámara. El resto es todo improvisación. "Él nos decía: esto no me gusta; por aquí va bien; por aquí no, pero nos dejaba a nosotras toda la iniciativa", explica Martha Herralde, una de las protagonistas. "El otro día nos dieron un premio al mejor guión. Es gracioso, porque la peli no tenía guión", añade Candel.
Porque ésa es otra. Una película que se hizo con lo que cuesta el catering de otras producciones ha desfilado ya por una quincena de festivales de medio mundo (desde Venezuela hasta Estados Unidos pasando por Australia). Y tiene una decena de premios. Entre otros ha ganado el de mejor película internacional en el Festival de Cine Independiente de Nueva York. Y emblemas de la historia del cine como la revista francesa Cahiers du Cinéma se ha referido a Dos miradas como "el trabajo de un nombre a tener en cuenta".
La película es lenta. Se recrea con los cambios de humor de las dos actrices, que pasan del amor al odio constantemente. "El minimalismo venía obligado por las condiciones precarias. No había más maquillaje que el que traían ellas. Y la historia transcurre en un solo día para que no haya que hacer cambios de vestuario", añade el director, que dice que tan sólo necesita un poco de dinero y unos cuantos litros de cerveza para seguir trabajando. "Las películas que en EE UU llaman independientes pueden costar 10 millones de dólares. Por eso digo que la palabra independiente se ha quedado pequeña. Que lo mío es cine mísero".
Hace ya dos años que Candel, que trabaja como técnico en la serie de televisión El internado, rodó el filme que logró estrenar ayer. En este tiempo ya ha hecho dos largometrajes más. Uno lo produjo con la ayuda de dos amigos, que le prestaron 4.000 euros.
Más tarde ganó 12.000 euros en un concurso organizado por La Casa Encendida. Las ganas de meterse en otro proyecto le podían, por lo que pidió permiso a sus prestamistas / amigos para no devolverles el dinero y gastárselo en otra película. Éstos -evidentemente, más amigos que prestamistas- le dijeron que sí. Así ha podido rodar Historia de un director idiota. "Es autobiográfica", aclara.
LUIS DONCEL - Madrid - 22/11/2008
EL PAÍS
Las actrices Marta Larralde (a la izquierda) y Pilar Alonso junto al director Sergio Candel.
Sergio Candel estrena 'Dos miradas', un filme que ha costado sólo 12.000 euros.
Ayer se estrenaron dos películas rodadas en el desierto de Atacama, en Chile. De una, seguro que usted ya lo sabe todo: la protagoniza Daniel Craig, el cuerpo que ha encontrado James Bond en el siglo XXI para reencarnarse. Pero unos meses antes de que Craig paseara sus músculos por el pedregal chileno para esta superproducción multimillonaria, el valenciano Sergio Candel había estado en el mismo lugar. Fue allí con un reducidísimo equipo (dos actrices, un cámara y un sonidista) y 12.000 euros en el bolsillo para contar "una historia de amor inesperado" entre dos chicas que se van juntas de vacaciones.
Nos dieron un premio al mejor guión, pero la 'peli' no tenía guión".
El resultado es Dos miradas, una película que no es que sea independiente, sino que entra en la categoría de cine mísero, según su director. Sólo se puede ver estos días en el Pequeño Cine Estudio (Magallanes, 1).
A Candel, de 36 años, le bastó con ver las fotos que un amigo había hecho en el desierto de Atacama para decidir que era ahí donde quería localizar su segundo filme. Pidió un crédito, del que todavía le quedan tres años por pagar, y se llevó a su equipo a Santiago de Chile. Ahí alquiló una furgoneta. El equipo recorrió 5.000 kilómetros. Por supuesto, ninguno cobró un duro por su trabajo. "Lo hacemos simplemente por la satisfacción personal", dice Candel.
De preparación, nada. El productor, director de casting, localizador, guionista, director, distribuidor y lo que haga falta de Dos miradas se limitaba a poner a las dos actrices frente a la cámara. El resto es todo improvisación. "Él nos decía: esto no me gusta; por aquí va bien; por aquí no, pero nos dejaba a nosotras toda la iniciativa", explica Martha Herralde, una de las protagonistas. "El otro día nos dieron un premio al mejor guión. Es gracioso, porque la peli no tenía guión", añade Candel.
Porque ésa es otra. Una película que se hizo con lo que cuesta el catering de otras producciones ha desfilado ya por una quincena de festivales de medio mundo (desde Venezuela hasta Estados Unidos pasando por Australia). Y tiene una decena de premios. Entre otros ha ganado el de mejor película internacional en el Festival de Cine Independiente de Nueva York. Y emblemas de la historia del cine como la revista francesa Cahiers du Cinéma se ha referido a Dos miradas como "el trabajo de un nombre a tener en cuenta".
La película es lenta. Se recrea con los cambios de humor de las dos actrices, que pasan del amor al odio constantemente. "El minimalismo venía obligado por las condiciones precarias. No había más maquillaje que el que traían ellas. Y la historia transcurre en un solo día para que no haya que hacer cambios de vestuario", añade el director, que dice que tan sólo necesita un poco de dinero y unos cuantos litros de cerveza para seguir trabajando. "Las películas que en EE UU llaman independientes pueden costar 10 millones de dólares. Por eso digo que la palabra independiente se ha quedado pequeña. Que lo mío es cine mísero".
Hace ya dos años que Candel, que trabaja como técnico en la serie de televisión El internado, rodó el filme que logró estrenar ayer. En este tiempo ya ha hecho dos largometrajes más. Uno lo produjo con la ayuda de dos amigos, que le prestaron 4.000 euros.
Más tarde ganó 12.000 euros en un concurso organizado por La Casa Encendida. Las ganas de meterse en otro proyecto le podían, por lo que pidió permiso a sus prestamistas / amigos para no devolverles el dinero y gastárselo en otra película. Éstos -evidentemente, más amigos que prestamistas- le dijeron que sí. Así ha podido rodar Historia de un director idiota. "Es autobiográfica", aclara.
LUIS DONCEL - Madrid - 22/11/2008
EL PAÍS
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