viernes, 5 de septiembre de 2008

Lagun Air anuncia que se va de Villafría dos meses después de su aterrizaje

Serias discrepancias con la Junta. La empresa culpa al Gobierno regional de no haber dado «apoyos» para operar desde Villafría y el consejero de Fomento le acusa de tomar una decisión «unilateral» precisamente cuando debían entrar en conversaciones.

La alegría del vuelo inaugural (el 11 de julio) apenas ha durado.

La crisis por la que atraviesa Lagun Air se cobra en Burgos su primera víctima. La compañía aérea de capital leonés anunció ayer que suspende sus rutas (a Barcelona y Palma de Mallorca) a partir del día 1 de octubre, lo que supondría dejar como único operador de Villafría a Air Nostrum (que también vuela a Barcelona y empezará a hacerlo a París).
Su desaparición de Burgos se une a la eliminación también de las conexiones entre el aeropuerto de Málaga y los de León, Valladolid y Salamanca, pero sin duda el aeródromo burgalés es el principal damnificado, precisamente cuando acababa de echar a andar.
Un portavoz de la compañía aseguró a este periódico que la razón de ‘sacrificar’ Villafría reside en que «no contamos con apoyo de la Junta para volar desde Burgos, y la otra compañía resulta evidente que sí lo tiene». En cualquier caso, negó que la decisión sea «irrevocable» y aseguró que «los pasajeros que hayan comprado vuelos para fechas posteriores al 1 de octubre tienen garantizados sus derechos, bien mediante la devolución del dinero o bien cambiando su reserva para otra ruta de la compañía».
Horas antes, en un comunicado, Lagun Air justificaba su decisión como «inaplazables decisiones operativas» que «obedecen a los reiterados incumplimientos del Consorcio del Aeropuerto de León y especialmente de la Junta de Castilla y León, en relación al pago de la deuda que ambas instituciones mantienen con esta compañía, así como la negativa de la Junta a concretar el apoyo comprometido en su día por parte de la Consejería de Fomento», dijo en un comunicado.
De inmediato, la mención al Gobierno regional fue interpretado en las instancias políticas como una forma de presión al Ejecutivo autonómico horas después de que el Consorcio del aeropuerto de León, que forman la Junta, la Diputación y el Ayuntamiento, se negara a pagar 1,7 millones de euros a Lagun Air por «discrepancias» con facturas presentadas por la aerolínea leonesa.
La deuda del Consorcio con la empresa era, desde hacía semanas, motivo de una seria preocupación acerca del futuro de la compañía. Sus dirigentes, así como el Comité de Empresa, habían expresado su confianza en que quedara resuelta en la reunión de la mañana de ayer y al no ser así la decisión inmediata de Lagun Air fue la retirada de Villafría y el recorte de rutas.
El PSOE pide explicaciones
Tanto el PSOE de Burgos a través de un comunicado de su secretario provincial, José María Jiménez, como el Ayuntamiento de León (gobernado por los socialistas) culparon a la Junta de la situación de Lagun Air. Jiménez reclamó como «imprescindible» una explicación pública del alcalde de Burgos y del presidente de la Junta para aclarar «cuál es el futuro de las instalaciones» burgalesas.
Junto a la supresión de vuelos, la compañía presentará próximamente un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectará al 30% de sus trabajadores actuales (un total de 250) y negociará la devolución de uno de los tres reactores actualmente operativos. (precisamente el que compró pensando en Burgos).
Este Plan de Viabilidad no descarta «la conveniencia de trasladar la actividad de la compañía a otras comunidades autónomas interesadas», indica finalmente la nota difundida a media tarde de ayer, lo que abunda en la idea de que la maniobra de Lagun Air persigue presionar directamente a la Junta de Castilla y León.
Visiblemente molesto por la actitud de la empresa, el consejero de Fomento, Antonio Silván, expresó su «perplejidad y sorpresa» por la decisión, ya que «este mismo lunes Lagun Air nos entregó un Plan Operativo que incluía a Burgos y 72 horas después de empezar a estudiarlo anuncia esta ruptura». El consejero apuntó que sería a partir de ese Plan Operativo , y no antes, cuando el Gobierno autonómico podría convenir una fórmula de colaboración similar a la que ya desarrolla en el resto de aeropuertos de la región.
Por eso Silván subrayó que «quien tiene que dar explicaciones es la empresa» por haber roto el «acuerdo de que una vez que estuviera operativo el aeropuerto de Burgos hablaríamos entre las dos partes». Preguntado por la petición de explicaciones que manifestaron ayer tanto el PSOE de Burgos como el de León, el consejero apuntó que ese es el fruto de «una instrumentalización política de una compañía aérea».En cualquier caso, desde la Junta de Castilla y León quisieron subrayar la «garantía» de que Burgos continuará con operaciones de pasajeros «porque hay otra compañía que se ha comprometido», en referencia a Air Nostrum.
El Ayuntamiento, a través de su portavoz, Javier Lacalle, incidió también en que «la conexión con Barcelona al menos sigue garantizada», y subrayó que tampoco los responsables municipales podían esperar una noticia así. En cualquier caso, se mostró esperanzado de que finalmente no se suspendan los vuelos y para ello el Consistorio se dirigirá a la empresa.

Ángel Ayala - H. Jiménez / Burgos

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