Intérpretes:
Sean Connery (William de Baskerville), Christian Slater (Adso de Melk), F. Murray Abraham (Bernardo Gui), Helmut Qualtinger (Remigio da Varagine), Ron Perlman (Salvatore), Michael Lonsdale (El abad), Valentina Vargas (La mujer), Feodor Chaliapin Jr. (Jorge de Burgos).
En el invierno del año 1327, bajo el papado de Juan XXII, Adso de Melk y su maestro Guillermo de Baskerville llegan a una abadía, famosa por su impresionante biblioteca con estrictas normas de acceso, ubicada en los Alpes italianos para organizar una reunión entre los delegados del Papa y el emperador y poder discutir sobre la supuesta herejía de una rama de los franciscanos: los espirituales. Son los primeros en arribar, y la fama de sagaz que antecede al monje, llamado William de Baskerville, no tarda en ratificarse: sin que nadie se lo revele, pronto descubre que uno de los religiosos ha muerto recientemente, de una manera inexplicable para sus compañeros.
El abad le confía la solución del misterio, antes de que los emisarios pontificios lleguen y el asunto pase a la jurisdicción de la Inquisición. A partir de ese momento, William debe desplegar toda su habilidad en una carrera contra el tiempo, tratando de desmadejar un enigma que no hace sino complicarse progresivamente: a la muerte del primer monje pronto se suman varias más, claramente asesinatos. Los rostros lúgubres y macilentos de los religiosos pronto ganan profundidad a medida que el franciscano va descubriendo la historia oculta de varios de ellos. Frente a la simplista explicación de los demás frailes (el demonio está detrás, los decesos son anuncios del Apocalipsis), de Baskerville representa el racionalismo, el orgullo intelectual que trata de oponer explicaciones lógicas a la superstición.
Pero el personaje principal, tal vez, sea la enorme biblioteca que la abadía posee y uno de cuyos libros, según revelan las deducciones de de Baskerville, es la causa última de todos los crímenes. La biblioteca, en realidad, da su principal ocupación a la mayoría de los personajes: traductores, ilustradores, escribas, estudiosos de diversas ramas, se reúnen en ella, y de ella nacen los elementos clave de la trama.
La contraparte del franciscano es Bernardo Gui (F. Murray Abraham), un dominico miembro de la Inquisición, quien llega como parte de la delegación papal a la abadía. Como era de esperarse, Gui atribuye los eventos a la herejía, y entabla un juicio sumario en el curso del cual se revela que de Baskerville había sido también, en otra época, Inquisidor, y que otros dos monjes, largo tiempo ocultos en la abadía, habían sido herejes (motivo por el cual son, claro está, condenados a la hoguera).
De Baskerville, finalmente, logra descifrar todo el misterio, aunque demasiado tarde, y trayendo, como inesperada consecuencia, la destrucción de la biblioteca.
Análisis:
Jean Jacques Annaud es un hombre ambicioso. El proyecto de convertir en film un libro tan profundamente impregnado de referencias lingüísticas y literarias, de fuentes filosóficas e históricas, y cuya trama misma gira en torno a una biblioteca enorme y los volúmenes contenidos en ella, un libro tan literario, por decirlo en una sola palabra, debe de haber parecido formidable antes de ejecutarla. Es como querer crear una pintura a partir de una obra maestra de la música, compuesta en honor a la música misma y en base a referencias de otras obras, musicales a su vez.La novela de Umberto Eco es precisamente eso, una celebración erudita del Libro (con mayúscula), que el talento del autor hace accesible a los lectores comunes de esta época, al darle la estructura de un libro de misterio. Y como el mismo Eco formulara en Obra Abierta, su novela termina siendo un objeto susceptible de múltiples interpretaciones, sin negar ninguna y conteniéndolas a todas: en ella se habla de filosofía y religión, aprendemos de historia, admiramos la habilidad detectivesca del personaje principal, y sopesamos la relatividad de las etiquetas que califican de herejes a unos y ortodoxos a otros. El film sustituye algunas claves narrativas por otras visuales, prescinde de varios caracteres hasta sólo dejar los esenciales, y omite las sutiles discusiones teológicas de la novela, pero añade en cambio la atmósfera opresiva, monótona, menesterosa y triste de la época, dinamiza el argumento haciendo que la sucesión de eventos sea más dramática y veloz, y nos acerca de modo más visceral, si se quiere, a la realidad que ambas, película y novela, intentan retratar.
Parte de los referentes del film (y de la obra), en una especie de delicioso clin d’œil (“guiño”), son, en primer lugar, el personaje de Jorge de Burgos, anciano ciego y erudito que reina en medio del laberinto de libros, sin duda homenaje oculto a Jorge Luis Borges, y en segundo lugar el personaje de Salvatore, resumen y encarnación de todas las desdichas del lumpen de la época, cuyo lenguaje es una mezcla de los principales idiomas europeos (soberbia actuación de Ron Perlman).
La historia es contada en primera persona por el ya anciano Adso, que desea dejar un registro de lo que presenció siendo joven en la abadía. El empeño puesto en lograr una ambientación adecuada implica que el autor use en repetidas ocasiones citas en latín, especialmente en las conversaciones eruditas entre los monjes. También se reconstruye con detalle la vida cotidiana en el monasterio y la rígida división horaria.
Personajes de "El nombre de la rosa"
Personajes principalesGuillermo de Baskerville –
protagonista, fraile franciscano
Adso de Melk – narrador, novicio benedictino y aprendiz de Guillermo.
En la abadía
Abbone da Fossanova –
el abad del monasterio benedictinoUbertino da Casale –
fraile franciscano exiliado y amigo de GuillermoSeverino de S. Emmerano – herbolario
Malaquías de Hildesheim –
bibliotecario Berengario de Arundel –
ayudante del bibliotecarioAdelmo da Otranto –
ilustrador miniaturista, novicio y primera víctimaVenancio de Salvemec –
traductor de manuscritos, especialista en griegoBencio de Uppsala –
estudiante de retóricaAlinardo da Grottaferrata –
monje más anciano de la abadíaJorge de Burgos –
monje anciano y ciegoRemigio de Varagine –
cillerero (mayordomo del monasterio)
Salvatore –
monje y ayudante de RemigioNicola da Morimondo –
hermano vidrieroAymaro de Allessandria –
monje chismoso.Otros personajesMichele de Cesena –
líder de los franciscanos "espirituales"
Bernardo Gui –
inquisidor y líder de la legación papalBertrando del Poggetto –
Cardenal y líder de la legación papal
Campesina del pueblo junto a la abadía; quizás La Rosa.
Simbología del Nombre de la Rosa
Salvatore: el jorobado representa la deformidad hecha persona. Al “hablar todos los dialectos y ninguno”, Salvatore muestra la precariedad de su estado mental frente a aquellas situaciones “cotidianas”. Los sentimientos más puros y más extremistas se reflejan en las escenas de la película: fidelidad, verdad, traición, picardía; abarrotado de un ocultismo y una vergüenza notable. La capa que Salvatore lleva consigo, también puede significar el estar escondido todo el tiempo frente a una abadía condenatoria. Alimentándose de ratas, y otros animales, citados por Aristóteles, de naturaleza “baja” enciende en el espectador la repulsión, y la sensación de lo “no humano”. Indiferencia en el momento de su muerte, lágrimas al conocer la condena, herejía al pactar con el demonio, dolor en su tortura. El lado oscuro del Hombre: Salvatore.
Mujer: la mujer en la época medieval era reprimida y prohibida para el Hombre. En la película figuran dos extremos: Por un lado la Virgen María, símbolo de pureza, virginidad, santidad, perfección. Por otro, la campesina con su carnalidad, acusada de “copular con el demonio”, brujas, pecadoras desde el inicio de los Tiempos por haber incitado al hombre al mismo pecado. Hechiceras y brujas, las mujeres no participaban en ningún estrato social, sólo eran vistas para reproducirse, y hacer las tareas del hogar.
Amor: “¿Estás confundiendo amor con lujuria?”. El amor se manifiesta en muy pocos pasajes de la película. El amor primero, el maternal se encuentra suprimido. “¿Estuviste alguna vez enamorado?”, “Sí, de la sabiduría de los filósofos…”, “No, enamorado de una mujer”. En este diálogo se aprecia que ni el mismo Guillermo sabía del amor de una mujer, sólo del conocimiento. El amor sexual y homosexual, se encuentra constantemente: desde las caricias del monje a Adso mirando los pechos de la Virgen María, los besos entre hombres, las miradas comprometedoras y cómplices, la causa de un asesinato: el sexo está presente. Aunque condenaban términos como fornicar y /o homosexualidad, ellos mismos eran cómplices y tras los muros de la abadía la ironía tenía forma de perversión.
Jorge: el benedictino más viejo de la abadía, ciego, agresivo, conservador, cerrado a nuevas ideas. Fiel reflejo del hombre de la Edad Media, de la antigua Iglesia. Su ceguera encierra muchas conjeturas: la idea de la ceguera de la Iglesia ante la situación del hombre en el mundo. La Santa Inquisición, venta de indulgencias. La Iglesia misma pecadora, dividida, corrupta, materialista; utilizaba a Dios para mostrar poder, de decidir ante la vida de los otros. Un hecho contundente del film, es la discusión con Guillermo de Baskerville acerca de la risa, dejando en claro que la risa “Deforma la cara, y parece que el hombre se asemeje a un mono”. Como así también, su locura lo lleva a comerse las hojas de los libros, en la escena final, y quemarse para que nadie tenga acceso a ellos, llevado por el espíritu antiguo e irracional de la farsa.
Muerte: presente en todo momento, la arquitectura, los silencios, los cuervos, el estado del tiempo, la relación Asesinatos- Apocalipsis, los cantos, los diálogos sin vida, las torturas. La muerte, utilizada vista un medio de castigo, de dolor y sufrimiento, nos muestra con la tensión que se vivía, con el miedo a morir constante sin disfrute, ni goce de la vida. La muerte no sólo física, sino del pensamiento: vacío y alejado de la visión del filósofo Aristóteles. La muerte del alma: los antivalores, los secretos perturbadores acerca de ser uno mismo y la noción de la verdad, escrita en la Poética.
Lágrimas: derramadas con sinceridad, con súplicas de piedad. El elemento más puro, expresan los verdaderos sentimientos ocultos: tristeza, angustia, dolor, sufrimiento. Adso al enterarse de la condena de la campesina se postra ante los pies de la Virgen a orar, a suplicar para que ella quede en libertad. También, Salvatore antes de ser torturado muestra un profundo dolor y ante la presencia de Bernardo de Ghi, derrama sus lágrimas. Otra representación se aprecia en la escena final donde Guillermo de Baskerville arroja los libros conseguidos en la biblioteca para abrazar a Adso, muestra de la emoción y el aprecio del maestro por su discípulo. Indicios del Nombre de la Rosa
Ratas: anunciaban la muerte, ya que aparecían en el momento en que estaba por morir alguien, como un pantallazo previo a la imagen fuerte del asesinato. La rata, y esa clase de animales era considerada por Aristóteles como un animal “bajo”, por la manera de vida y por su rara forma de sobrevivir.Cuervo: representaba la muerte. Constantemente los cuervos volaban por la abadía; otro animal clasificado por Aristóteles como algo negativo. El cuervo es un animal que generalmente se alimenta de restos de carne en putrefacción, lo que simboliza la miserabilidad, lo poco que queda de la vida.Lágrimas: indicaban dolor, culpa.Canto gregoriano: transmitían a Guillermo de Baskerville y Adso de Melk la ausencia de algún monje. Las miradas entrecruzadas de los dos protagonistas insinuaban la sospecha, ya que todos los monjes cuando se cantaba el Canto Gregoriano debían estar allí. Los que no estaban evidenciaban que estaban ocultando algo que era prohibido.Dedo Negro: al morir, las víctimas del crimen tenían un dedo con tinta negra. Esto significaba que algo no andaba bien. La tinta que envenenaba, compuesta por arsénico, estaba en las hojas del libro oculto; al querer pasar la página, el interesado lamía su dedo, y ahí la muerte se concretaba. El significado del nombre de la Rosa
El nombre de la Rosa puede resultar un título muy confuso que causa la atención durante todo el trayecto de la película, y una intriga inquietante de saber qué significa “La Rosa”. En una entrevista a Umberto Eco, él afirma que el título no fue por una razón primaria cuando recién lo había terminado, sino luego de que la editorial lo rechazara por elegir sólo “Adso”. Eco quiso desviar la atención del lector para que quedara a su criterio. Realmente no existe un fundamento fuerte ni estable mediante el cual se pueda confirmar el origen del título. Sin embargo, analizando las situaciones de la película se puede decir que:
a. La Rosa, por presentar variadas curvas en sus pétalos y tallos se asemeja a un laberinto, lugar donde se encuentra la biblioteca de los libros perdidos, típica de la arquitectura gótico-medieval. Exteriormente la torre de la librería, que aparece entre escena y escena como un intervalo, también es parecida a una rosa por la forma alargada y poco convencional como por sus esquinas. En otro momento, se ve claramente detrás de Adso y de Guillermo, una ventana y en ella divida en 4 partes los pétalos de una rosa.
b. La Rosa y su significado: pureza, feminidad, amor, su color rojo intenso, sin duda, están ausentes en la película, comparándola con esos colores grises y apagados que en ella se perciben, y los sentimientos tan vacíos y oscuros que se reflejan.
c. En un sentido más religioso, la rosa es relacionada con la Virgen María, de hecho, se la llama “Rosa Mística”. Aparece en los momentos tensos de la película, y es admirada, comparada con la perversión y la virginidad, y rodeada con pétalos de rosa. La Rosa, de hecho, aparece constantemente generando confusión y manteniéndonos en la búsqueda de su verdadero significado. La misma incertidumbre que sentían los personajes a lo largo de su vida, de un instrumento que es la verdad y de la vida misma en la que se encontraban.
d. No obstante, una interpretación plausible proviene de la última frase del libro: "Stat rosa prístina nomine, nomina nuda tenemus", que traducida libremente al español significaría "De la rosa no nos queda sino el nombre". Siendo la "rosa" una alusión a todo el acervo cultural y riqueza espiritual contenida en la biblioteca de la abadía y que pereció para siempre en el incendio, quedando solo su recuerdo.
Vía De Wikipedia