Las mentiras del consejero y su clac del PP
El Gobierno de Esperanza Aguirre y el Grupo Parlamentario Popular han deslizado múltiples mentiras durante las cuatro sesiones de la comisión de investigación sobre el espionaje a altos cargos del PP en la Comunidad de Madrid. Lo que sigue sólo es una muestra de las recurrentes falsedades, o errores, con los que los dirigentes populares han intentado machacar a la oposición en el Parlamento regional.
- "Muchos partes no se corresponden con la agenda. Es incompatible estar en Chinchón y en León a la vez". El consejero de Interior, Francisco Granados, descalificó ayer alguno de los 33 partes de seguimiento porque supuestamente no coincidían con las agendas de los espiados. Para ello, se apoyó en el diario El Mundo y su resbalón -basado en un error de este periódico- respecto a una fecha. Granados aseguró que mientras los espías situaban al ex consejero Alfredo Prada en Chinchón, estaba en León. Pero, en realidad, el parte de seguimiento no ofrece dudas: el 13 de mayo cuentan los espías que Prada estaba en Chinchón. EL PAÍS publicó incluso una fotografía de aquel día que acreditaba que Prada estuvo allí. El propio Prada lo confirmó, aunque Granados no se dio por enterado para mantener su mentira.
- "El diario EL PAÍS ya ha dicho que nunca ha mantenido que el Gobierno de Esperanza Aguirre haya espiado". Los partes de seguimiento y los informes de los peritos calígrafos encargados por EL PAÍS acreditan que el espionaje se hizo desde el Gobierno regional a través de agentes de la Dirección General de Seguridad y así lo ha mantenido este periódico en todo momento. EL PAÍS informa a través de lo que se publica en sus páginas. Granados usó torticeramente unas declaraciones a la prensa de un periodista de este diario sacadas de contexto.
- "Casualmente el parte falso (del 15 de marzo) es el que tiene las anotaciones manuscritas". El consejero Granados intentó colar en la comisión que las letras manuscritas aparecidas en los partes correspondían a un solo día que, supuestamente, se ha demostrado erróneo en su fecha aunque acertado en los hechos que describe. Pero hay al menos otros dos partes donde aparecen textos manuscritos con nombres y números.
- "Es ilegal tener los partes".
Granados se enfadó mucho cuando la oposición le habló de los 33 partes de seguimientos a cargos públicos del PP que obran en poder de la Fiscalía. Aseguró, en tono amenazante, que la oposición no podía tener los partes porque sería ilegal. EL PAÍS puso a disposición de la Justicia una documentación que ha venido publicando desde hace semanas. Cualquier grupo parlamentario que la hubiera solicitado a este periódico habría tenido una copia. Y no hubiera cometido ninguna ilegalidad. Ninguna autoridad judicial ha decretado el secreto de sumario ni ha ordenado que no se hagan públicos los partes de seguimiento a los cargos del PP.
Granados se enfadó mucho cuando la oposición le habló de los 33 partes de seguimientos a cargos públicos del PP que obran en poder de la Fiscalía. Aseguró, en tono amenazante, que la oposición no podía tener los partes porque sería ilegal. EL PAÍS puso a disposición de la Justicia una documentación que ha venido publicando desde hace semanas. Cualquier grupo parlamentario que la hubiera solicitado a este periódico habría tenido una copia. Y no hubiera cometido ninguna ilegalidad. Ninguna autoridad judicial ha decretado el secreto de sumario ni ha ordenado que no se hagan públicos los partes de seguimiento a los cargos del PP.
- "Alguien ha mentido a EL PAÍS cuando dice que la agenda coincidía punto por punto con esos partes". El consejero Granados acusó ayer a su ex compañero de Gobierno Alfredo Prada, ex consejero de Justicia, de mentiroso por responder a EL PAÍS que los hechos relatados por los espías correspondían "punto por punto" a sus actividades públicas y privadas.
En su última entrevista concedida a este periódico, el pasado domingo, Prada lo dejó claro: "De mi vida pública y de mi vida privada se han publicado una serie de hechos que en su mayor parte coinciden con la realidad". Prada y personas que almorzaron o se vieron con él durante los dos meses que, al menos, duró el espionaje, han declarado a EL PAÍS que los seguimientos son veraces porque los hechos relatados ocurrieron realmente.
- "Las agendas públicas y privadas están a disposición de los escoltas, por supuesto". Para intentar justificar de dónde pueden proceder los datos aparecidos en los partes de seguimiento, algunos pertenecientes a la vida privada de los espiados, el consejero de Interior aseguró que todos los escoltas manejan esa información.
El subdirector general de Seguridad de la Comunidad de Madrid, Miguel Castaño, llegó a decir ante los diputados, sin mostrar síntomas de alarma, que esa documentación delicada y confidencial aparecía tirada al día siguiente en los coches de los escoltas. Distintos cargos públicos aseguraron ayer a EL PAÍS que sus agendas privadas no están a disposición de los escoltas. "Por supuesto que no", señalaron.
- "La piedra angular de esta acusación eran los supuestos partes, que a día de hoy no se sostienen". El portavoz del PP, David Pérez, que cargó de falsedades su discurso en las distintas sesiones de la comisión, llegó a asegurar que los partes eran falsos, aunque el PP admitió que no los conocen en su totalidad y que tenerlos sería una "ilegalidad" porque están a disposición de la Fiscalía. De la veracidad de los partes han dado cuenta Alfredo Prada, ex consejero de Justicia y diputado del PP; Manuel Cobo, vicealcalde de Madrid; Álvaro Renedo, ex diputado del PP y ex presidente de Telemadrid; y Carmen Rodríguez Flores, diputada del PP.
- "Han tenido todos los medios a su alcance para investigar". Probablemente sea la mentira más gruesa de cuantas ha pronunciado el grupo popular. La dijo ayer David Pérez. El PP, con su mayoría absoluta, ha impedido que comparezcan 18 de las personas que se admitieron en un principio en el seno de la comisión, entre ellos, las espiadas, y ha vetado numerosa documentación clave para investigar. Incluso la documentación que han remitido llegó cuando estaba compareciendo la persona que había elaborado la misma, con lo que se tuvo que hacer un receso para que los diputados la estudiaran.
- "Los presuntos espiados no existen". Lo dijo otra vez David Pérez. Pero existen. Se llaman Manuel Cobo, Alfredo Prada, Álvaro Renedo, Carmen Rodríguez Flores, Juan Carlos Fernández...
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EL PAÍS - Madrid - 12/03/2009
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