sábado, 6 de septiembre de 2008

Iron Man (2008)

Iron Man (2008)

El género de superhéroes tenían graves y serios problemas hace décadas, cuando la única forma de hacer volar a un actor era a base de cables y mucho trabajo en la sala de montaje. Con los dedos de una mano se podían contar las adaptaciones al cine de unos personajes que eran mucho más conocidos que cualquier otro producto y que podían ser sinónimo de un pelotazo taquillero sin precedentes, pero a ver quien se metía en el berenjenal de distorsionar unas historias que venían de años atrás.

‘Superman’ no tenía demasiada complicación, aunque sin muchos artificios pero sobrado de imaginación, Richard Donner realizó la mejor película hecha hasta la fecha con un señor que volaba y doblaba metales. Tendrían que pasar años hasta que Tim Burton diera el toque de atención a Hollywood y con su ‘Batman’ recaudara 5.000 millones de las antiguas pesetas en su primer fin de semana USA. Hasta entonces todo era D.C….pero, ¿y la Marvel?.

La casa de los superhéroes más famosos ha sabido esperar con el tiempo a la aparición de los medios necesarios para que sus personajes no flaquearan en pantalla. ‘Spiderman’ necesitaba de Raimi y un ordenador. Los ‘X-Men’ sólo podían existir con la revolución digital y la pantalla verde, y el resto de adaptaciones (’Hulk’, ‘Los 4 Fantásticos’, ‘Daredevil’) ya venían a granel. Viendo ‘Iron Man’ sólo puedo pensar que, antes del 2.008, el esfuerzo hubiera sido más que fallido.

Seamos sinceros, las últimas entregas de la casa han sido mediocres. ‘Iron Man’ (por fin) entra a formar parte de las mejores películas hechas sobre el universo Marvel. Es entretenida, emocionante, llena de guiños para los cómics-adictos y casi perfecta visualmente. Que más se puede pedir.

Tony Stark (Downey Jr.) es un multimillonario excéntrico con grandes dotes de robótica. Tras sufrir un secuestro donde debe fabricar uno de los misiles más mortíferos que existen, utilizará los medios para diseñar una armadura de hierro con la que liberarse. Tras volver a casa junto a su fiel amigo Jim Rhodes (Howard), y atormentado por la forma en que ha llevado la empresa, Stark perfeccionará la fórmula en un intento de cambiar el rumbo de su vida, lo que incluye el trato a su secretaria Pepper Potts (Paltrow). Sin embargo Obadiah Stane (Bridges), el socio de Stark International, no tiene muchas ganas de perder dinero y encontrará la manera de ’persuadir’ al genio.

Si partimos de la base de que estamos ante un film de orígenes, el ritmo es muchísimo mejor que el de sus predecesoras. Poco tarda Jon Favreau en meternos de lleno en la acción y los preliminares antes de ver la primera armadura del superhéroe son básicamente intachables. Fiel al cómic, Favreau se permite tan sólo el lujo de cambiar de nacionalidad a Yinsen (pasa de asiático a árabe) y se mantiene en el cambio del escenario realizado hace años (de Vietnam al Golfo Pérsico y después a Afganistán). Eso no sólo es de agrado a quienes seguimos al personaje, sino que la presentación puede considerarse una de las mejores de todas las adaptaciones de la Marvel.
Tras la primera hora, la trama alterna la fabricación de la armadura definitiva y los cambios en la vida del protagonista y quitando algunos momentos brillantes, podemos decir que es la sección más floja del metraje. Ansiosos de ver más y más del prototipo final, la escena del ataque con aviones es una auténtica maravilla donde se evidencia el mayor logro de la película: SU CGI. Es impresionante que el tufillo inicial hace un año sobre la posibilidad de una sobreactuación pixelada se haya pulido hasta llegar a una perfección mucho mayor que la de ‘Transformers’, donde tanta cámara al hombro acababa mareando al personal y evitaba fijarse en los detalles.
En ‘Iron Man’ todo son detalles, y espero que la técnica utilizada para crear la armadura roja y dorada no quede aquí. La minuiciosidad en la textura y el metal es sencillamente fantástica.

Por supuesto, la media hora final, con el consabido duelo Iron Monger-Iron Man deja sin respiración al espectador, aunque una cosa hay que achacarle a Favreau: tanto movimiento llega a pensar que los robots se ven mejor cuando no hay manera de verlos quietos y la lucha final es tremendamente corta, lo que deja una cierta sensación de haber visto poco puñetazo y mucho calentamiento. Aun así, el Notable alto ya se lo tenía ganado de antes.

Los guionistas del invento son Mark Fergus y Hawk Otsby, cuyo anterior trabajo fue ‘Ciudad de Hombres’, una carta de presentación inmejorable. Así, y gracias a Dios, ‘Iron Man’ se aleja por completo del infantilismo de cintas de la productora, cuyo apogeo máximo son ‘Los 4 Fantásticos’, y el tono adulto es mucho más pronunciado. Buen dibujo de los personajes y profundidad al protagonista de la historia es la mejor baza para no aburrir a los que estamos ya mayorcitos y no siempre tenemos que llevar al niño de la mano, aunque es evidente que los más pequeños de la casa disfrutarán de lo lindo con el film, y es que la riqueza visual del producto es lo suficientemente atractiva para no inquietar a nadie en el sillón.

Lo único que se echa de menos es un mayor protagonismo a los secundarios del film. Robert Downey Jr. es rey absolutop de la cinta, y en él se centra todo el argumento. Suerte que Favreau encontró a un actor tan solvente, y es que en manos de otro esto podría haber sido un fiasco. Con ello, Pepper Potts y Jim Rhodes sólo salen para trivialidades sin tener el peso que se merecen en el argumento. A excepción del guiño sobre Jim Rhodes en el taller de Stark, el resto de sus intervenciones no tienen relevancia en la trama, por lo que Paltrow y Howard son auténticos secundarios de lujo con poquitas frases.

El villano, Jeff Bridges, cumple con su objetivo, si bien no llega a ser nunca lo suficientemente amenazante, algo que si consigue Faran Tahir, al que debo de reconocer ATENCION SPOILERS como El Mandarín, con anillo en su mano incluido, y es que para los entendidos del cómic, el supervillano trabajaba para los diez anillos, justo el grupo que secuestra a Stark FIN DE SPOILERS. ¿Secuela a la vista?.

A pesar de alguna interpretación libre de Favreau sobre ciertos aspectos del cómic (desde cuando Rhodes era amigo de Stark antes de su secuestro y porqué Jarvis es un ordenador) y unos últimos 10 segundos QUE VUELCAN POR COMPLETO EL UNIVERSO MARVEL, ‘Iron Man’ es esa película que merece la pena los 6 euros que se pagan por ella, y dura dos horas que me han parecido dos minutos.

Es una adaptación de cómic, y como tal, estamos ante un descubrimiento parecido al que hicimos con ‘Batman Begins’: se puede hacer una película con calidad y guión sobre algo que se conoce como súper-héroe. Si alguien va buscando otro tipo de producto, se está equivocando.


Jorge Rubio (BW) 30 de Abril de 2008

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