FIGULINAS
¡Qué bonita es la princesa!
¡Qué traviesa!
¡Qué bonita!
¡La princesa pequeñita
de los cuadros de Watteau!
¡Yo la miro, yo la admiro,
yo la adoro!
Si suspira, yo suspiro;
si ella llora, también lloro;
si ella ríe, río yo.
Cuando alegre la contemplo,
como ahora, me sonríe...
Y otras veces su mirada
en los aires se deslíe,
pensativa...
¡Si parece que está viva
la princesa de Watteau!
Al pasar la vista hiere,
elegante,
y ha de amarla quien la viere.
... Yo adivino en su semblante
que ella goza, goza y quiere,
vive y ama, sufre y muere...
¡Como yo!
Manuel Machado
2 comentarios:
Me agradan las poesías, me hacen recordar tiempos en los que las leiamos sin descanso.
Lo que más me ha sorprendido es tu mascota. Con el repelus que nos dan las arañas. un abrazo
Siempre que abro uno d tus comentarios me da un mensaje de advertencia porque dice que contienen elementos peligrosos. Pasa un antivirus a tu PC.
Yo nunca dejé de leer poesía no podría vivir sin ellas.
Gracias por tus ánimos.
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