sábado, 26 de mayo de 2012

Sherlock Holmes: Juego de sombras


Titulo original: Sherlock Holmes: A game of shadows
Dirección: Guy Ritchie 
País: USA
Año: 2011
Género: Thriller Policiaco 
Guión: Kieran Mulroney, Michele Mulroney 
Producción: Susan Downey, Gary Goetzman, Dan Lin, Joel Silver y Lionel Wigram
Música: Hans Zimmer
Fotografía: Philippe Rousselot
Montaje: James Herbert
Vestuario: Jenny Beavan
Estreno en España: 2012-01-05

Reparto: Robert Downey Jr., Jude Law, Rachel McAdams, Noomi Rapace, Stephen Fry, Jared Harris, Kelly Reilly, Geraldine James, William Houston



Al final va a tener razón un amigo mío que califica a Guy Ritchie como "un cineasta con mucho talento, pero muy perezoso". O sea, que el hecho no dar palo al agua cuando estuvo casado con Madonna al final no se debía a que la gran diva del pop lo eclipsara, no. Se debía a que era más flojo que un muelle de guita. Y viendo su último film, continuación de la exitosa revisión del personaje de Arthur Conan Doyle, Sherlock Holmes, uno ya se hace a la idea de que a Ritchie, si le sale bien algo, sigue apostando a esa carta sin comerse mucho el coco. Como le funcionó "Lock & Stock", pues venga, a seguir haciendo lo mismo en "Snatch" (mucho mejor, por supuesto) y en "Rock&Rolla" (dando otra vez, un paso atrás al intentar exprimir una fórmula narrativa y visual que parece habérsele agotado). Con esta tres cuartos de lo mismo; con lo cuidadito y coherente que estaba el guión en la primera parte...pues hale, ahora la cagan estrepitosamente, de momento eligiendo a uno de los malos más carismáticos de la historia de la literatura (con perdón del Cardenal Richelieu), porque el Napoleón del Crimen -tal y como definía el propio Holmes-, la mente criminal homóloga al famoso detective, es decir, el Profesor James Moriarty, ahora es un malo de opereta, representado por un actor correcto pero nada carismático, la antítesis de lo que debería ser la némesis de Sherlock Holmes (¿qué pasó con Brad Pitt, amigo de Ritchie desde "Snatch" y que al parecer iba a ser el actor elegido para dar vida a Moriarty?). El caso es que ni las maquinaciones, ni los planes, ni siquiera las ambiciones del personaje en la historia pueden acercarse ni de lejos a la magnificencia que en su versión literaria tenía. Ritchie, parece haberse afanado mucho más en crear escenas visualmente impactantes (haciendo un uso casi obsceno de la cámara lenta y el "bullet-time", o más bien, un falso "bullet-time", tal y como hizo en la primera parte...) y con acción realmente agotadora (un verdadero recital de explosiones, tiroteos, golpes, etc.) que en contar una historia, porque el hilo dramático del film es tan pobre como previsible y o mucho me equivoco, o toda la culpa de este completo despropósito la han tenido el matrimonio Mulroney, que han escrito un pobrísimo guión, seguramente debido a su mínima experiencia y profesionalidad como guionistas (salvo "Paper Man" dirigida por la propia Michele Mulroney, sus créditos figuran más como productora -ella- y como actor -él-: el Dr. Watson y su prometida Mary están a punto de casarse, pero tras hacerlo y en plena luna de miel, se ven envueltos en un caso de Holmes tan peligroso que puede llegar a provocar una Guerra Mundial... y todo ello con un misterioso nombre orquestándolo todo desde la sombra, un eminente matemático y profesor de universidad llamado Moriarty. Tanto por la estética de cómic, recogida desde la obra de Lionel Wigram -que además de producir esta saga, también lo era de la de Harry Potter...- como por los actores y los registros de Law y Downey Jr., estaba deseando ver esta segunda parte, creyendo además que podría cimentar todavía más la (nueva) trayectoria de Ritchie como director capaz de enfrentar cualquier tipo de proyecto, más allá de su universo "cockney" netamente londinense... pero mucho me temo que el talento de este realizador queda muchas veces eclipsado por su vagancia a la hora de currarse un poquito más sus películas. ¿Que esto ha funcionado? Pues hale, hombre, no te comas la cabeza y otra ración doble de lo mismo, que seguro que les encanta a todos. Una verdadera lástima, porque, o mucho me equivoco, o el público no acogerá con las mismas ganas a posteriores películas de Holmes, de seguir esta franquicia por el mismo camino. Ya estamos un poquito hasta las narices de que a los que disfrutamos sentándonos en una sala de cine nos tomen por idiotas. Lamentablemente, es lo que he sentido al verse prostituir toda la ingeniería mental de personajes como Sherlock Holmes y por supuesto Moriarty, convertidos en dos auténticos peleles de opereta barata, reduciendo sus planes, sus maquinaciones y su inteligencia a simples trucos baratos para que el guión "encaje" a gusto de sus creadores. Claro, un chasco monumental, a ver si espabilan y la próxima vez (si la hubiera o hubiese) lo hacen un poco mejor, hombre... 

por Federico Casado Reina

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