viernes, 25 de mayo de 2007

Requiem

En el féretro negro te vas. Creo que haces bien.
Mi íntimo fuiste, eres y probablemente serás,
Que no es mucho ser. ¿Qué color tuvo nuestra amistad?.
Yo no lo sé.

Hubo en eso algo de juvenil buena fe,
El calor de la hora aburrida y el tedio conjunto,
La tiranía del rato, el naipe y el asunto,
La taza de café.

Nos queríamos tan mal que no queríamos bien.
No pudiendo ser esclavo o amo, te quedaste en amigo,
Que es el último grado dentro de lo afectivo.
El partiré del corazón. ¡Psché!

Realmente fuimos tan distintos, que no sé,
Que no me explico qué pudo formar nuestra simpatía.
Debió ser el demonio de la misantropía
O el no saber que hacer.

Hoy has dimitido la vida; muy bien.
Procura ingresar en la oposición celeste.
Pero mejor te deseo el sueño de la muerte.
Adiós. Amén.


In memoriam (por mi amigo y jefe que ya se fué)

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