domingo, 28 de marzo de 2010

Apagón para salvar el planeta

Miles de ciudades cortan la iluminación en protesta por el cambio climático.

Miles de ciudades de todo el mundo, desde Pekín, Calcuta o El Cairo, hasta París, Madrid o San Francisco, se sumaron ayer al apagón impulsado por la organización ecologista WWF dentro de su campaña La hora del planeta 2010. Monumentos y edificios emblemáticos, organismos oficiales y viviendas particulares quedaron a oscuras entre las 20.30 y las 21.30 (hora local) como gesto de lucha contra el cambio climático.

Las remotas islas Chatham, en el Pacífico neozelandés, dieron el pistoletazo de salida de una acción encaminada a concienciar al mundo, al menos durante 60 minutos, de la necesidad combatir los efectos devastadores del cambio climático. WWF estima que ensombrecieron 4.000 ciudades de 121 países, incluidos monumentos como la Torre Eiffel, la Ciudad Prohibida o el Empire State Building. Sydney fue la primera gran urbe en sumarse a la iniciativa ecológica, al apagar las luces del famoso Puente del Puerto y la Casa de la Opera. En Nueva Delhi (India) las autoridades animaron a los ciudadanos a "celebrar una cena con candiles", después de que el año pasado varios hoteles, oficinas y edificios históricos ya formaran parte del apagón voluntario.

También se sumaron a la iniciativa las autoridades de Pakistán, que instaron a los ciudadanos a que se unieran al Gobierno en el apagón de las luces de sus hogares en todo el país, donde la actual crisis energética ya obliga a cortes en el suministro de 6 horas en Islamabad y hasta 18 horas en algunas zonas rurales.

En Europa, quedaron a oscuras desde la Puerta de Brandeburgo hasta la Acrópolis de Atenas. Y en España, más de 160 ciudades se adhirieron a la campaña, que bajo el lema Apaga la luz, enciende el planeta, contó con la colaboración de entidades como Telefónica, Inditex o el Grupo PRISA, editor de EL PAÍS, para impulsar esta acción global de sensibilización contra el calentamiento.

A la hora marcada, Barcelona ensombreció la Sagrada Familia y Madrid dejó a oscuras la Puerta de Alcalá o el Palacio Real. El Real Madrid apagó también la fachada del Santiago Bernabéu. En Galicia, la catedral del Santiago de Compostela y la Torre de Hércules quedaron sin iluminación eléctrica. A estos y otros muchos gestos simbólicos de ahorro del consumo de energía se sumaron ayuntamientos, colegios, empresas, partidos políticos, clubes de fútbol y miles de ciudadanos.

AGENCIAS - Madrid - 28/03/2010
EL PAÍS

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