Como Locos… a por el Oro (2008)
Como Locos… a por el Oro (2008)
Tras una época donde la comedia romántica se ha ceñido al escenario urbano, con Hugh Grant, Sandra Bullock, los mismos protagonistas que ahora tenemos o Smith y Mendes en la anterior película de Tennant, nos llega ‘Como Locos…a por el oro’, infumable interpretación del título original, cuya traducción literal, ‘Los tontos del Oro’, promete lo que finalmente da.
Así a bote pronto a todos nos va a sonar el mismo esquema de películas que cumplieron de mejor forma su objetivo: ‘Tras el Corazón Verde’ mezclaba acertadamente a un rudo Douglas y una angelical Kathleen Turner en una aventura tropical tras un tesoro espectacular. ‘La Búsqueda’ quizás se fija menos en las relaciones amorosas, que las hay, para desgranar mediante pistas el camino hacia tesoros más abundantes. Si metemos en una coctelera ambas, voilá, tenemos un entretenimiento simple y sin complicaciones.
‘Como Locos… a por el oro’ no dejan de ser 2 horas de carreras y saltos mortales de un McConaughey sin camiseta, acompañado de la chica de turno más lista que su parteneire en una espiral de ‘te quiero, no te quiero’ que no dejará huella en el espectador (más bien la olvidará en 3 minutos) pero que tampoco lo sumirá en el peor de los letargos. Si quieren hacer 10 secuelas, lo tienen a huevo.
La Dote de la Reina, un gran tesoro hundido en el caribe hace tropecientos años, ha sido el tesoro que unió las vidas de Finn (McCounaghey) y Tess (Hudson) hasta que la falta de madurez del primero dio al traste con el matrimonio. Justo antes de reunirse para firmar el divorcio, Finn descubre la posible localización del Oro y con Tess buscan financiación de un millonario (Sutherland) para reflotar el mayor tesoro jamás conocido, y tratarán al mismo tiempo de no caer en las garras de Big Bunny, el mafioso local.
Aquí lo de menos es el director. Andy Tennant triunfó hace unos años dejando todo el peso de ‘Hitch, especialista en ligues’ en el siempre solvente Will Smith. Ya entonces se atisbaban un par de escenas de esas de ‘patoso en apuros’ que se materializan ahora como eje principal de ‘Como Locos… a por el oro’. Dejando la cámara fija y sin muchos mareos, Tennant vuelve a delegar todo el trabajo en favor de sus protagonistas, que gustarán más o menos, pero que son realmente el único reclamo de un film que podría haber dirigido cualquier becario de un estudio de Hollywood.
Lo más resaltable de toda la historia es que mejora conforme van pasando los minutos, y eso la salva de la quema absoluta. La confusión y caos que reinan las primeras escenas, donde crees que vas a asistir al lucimiento de torso permanente de McCounaghey, dan paso a una trama que, a pesar de no ser original en niguno de sus puntos, si tienen un desarrollo ameno y entretenido, con alguna chispa de gracia en el guión y una complicidad tremenda entre los dos actores, que si ya tuvieron el beneplácito del público en ‘Como perder a un chico en 10 días’, esta nueva película los convierte en la nueva pareja taquillera de Hollywood, como bien fueron Kurt Russel y Goldie Hawn, padres de la propia Hudson.
El film tiene todos los tópicos habidos y por haber: Chico tonto y buenorro, chica muy lista pero enamorada hasta las trancas, millonario e hija (atención al guiño Paris Hilton) aburridos del dinero, un villano con sus esbirros, a cual más tonto, y una infinidad de situaciones ‘peligrosas’ que ya suenan a chiste y de las cuales nuestro protagonista sale airoso sin un rasguño. El guión bien podría ser un sucedáneo serie B de cualquier ‘Indiana Jones’, pero no por eso deja de cumplir la finalidad de cualquier cinta de este tipo de género: pesada, lo que se dice pesada, no se hace.
Ahora, el más sibarita verá agujeros por todos lados y podrá afirmar que la historia es tonta, el humor es tonto y los actores son tontos. Si tenemos en cuenta las deducciones que sacan los protagonistas para llegar finalmente al tesoro, el guionista es una chalado de los sudokus de todo a cien. Eso les pasa por esperar más de la cuenta de algo que en nació para no dar más de sí. Esto se consume con palomitas a granel.
No voy a entrar en los actores protagonistas. Ya en el post del trailer me quedé a gusto con ellos y se me tildó de desagradable. Entre Hudson y McConaughey hay química, no lo dudo, pero no me dicen nada los dos juntos. Con sus cuerpos mojados el 80% del metraje y la tableta de chocolate de él al descubierto en el 90%, me apetece más irme a darme un chapuzón que seguir contemplando los tiras y afloja de sus personajes, tan limitados como la historia.
En fin, ‘Como locos…a por el oro’ hubiera quedado como una refrescante propuesta de verano en caso de haberse estrenado en un par de meses, y hasta el público más joven hubiera llenado algo más las salas. Sin embargo, a las puertas de mejores propuestas más cuidadas, el film puede consumirse perfectamente vía DVD de alquiler si uno es paciente y guarda su dinero para el 22 de Mayo, fecha en que veremos aventuras con MAYÚSCULAS.
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