domingo, 1 de abril de 2007

Resaca

Esta mañana, como todos los días, me lavé la cara e intenté buscar mi
reflejo en el espejo. Pero no lo encontré. Esta vez, del otro lado del cristal,
había un extraño. ¿Como explicarlo? Exteriormente se parecía a mi, sus
ojos, su boca, el tamaño de su cabeza, eran exactamente los que yo
conocía. Pero, ese no era yo. Su mirada, sus gestos, su forma de ocupar el
espacio, era diferente... Parecía... extranjero.
Y no sabía repetir mis gestos como mi anterior reflejo. Todo lo hacía con
cierta torpeza e inseguridad. Con un poco de retraso. Como dudando.
Es normal, pensé. No me conoce. Le pregunté que hacía allí y después de
un rato me contestó que mi antigua imagen se había aburrido de ser una
vulgar copia mía y que se había marchado a recorrer mundo. Y me dijo
también que, si me parecía bien, él intentaría ser como yo (en realidad no
estoy seguro si dijo eso o todo lo contrario, porque mi nueva imagen habla
en un idioma que yo jamás he oído).
En fin. Resumiendo... Me rasqué la cabeza y él hizo lo mismo, sonreí y el
también.
Intentaremos llevarnos bien.

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