El mejor Sergio García rompe con todo
El castellonense gana el Masters de Andalucía, su segundo triunfo seguido, y acaba con la larga maldición española en Valderrama.- Jiménez se queda segundo, a un golpe.
El talento siempre vivió en sus manos, en sus dedos. Le faltaba, sobre todo en los últimos años, la confianza en sí mismo, la fortaleza mental, la concentración, el hambre, por momentos incluso hasta la ilusión por el golf. Una vez recuperados todos sus ingredientes, Sergio García ha vuelto a ser lo que es, un golfista con mayúsculas. Ya apuntó su mejoría, su vuelta a la vida, el domingo pasado en el Masters de Castellón, en su casa, cuando rompió una sequía de tres temporadas sin un solo título. Y esta tarde soleada en Valderrama ha confirmado que El Niño ha salido definitivamente del túnel en que estaba oculto. Con seis golpes bajo par, Sergio García ha ganado el Masters de Andalucía, con un impacto de ventaja sobre otro español, Miguel Ángel Jiménez.
Muchas cosas se han roto con ese último putt de un metro en el hoyo 18. Es la primera vez en su carrera que García gana dos títulos consecutivos, es la primera vez que un español enlaza dos victorias seguidas desde que José María Olazábal conquistara el Open Mediterránea y el Open de Tenerife en 1992. Y rompe, por fin, la maldición de Valderrama: desde 1988, año del estreno del campo gaditano, ningún español había triunfado allí y en siete ocasiones se había visto un subcampeonato nacional, tres de ellas del mismo García, entre 2004 y 2006.
Pero este Niño es uno muy diferente, con una gran confianza en sí mismo, hambriento como para firmar un birdie en el 18 después de un bogey (con golpe desde el agua) en el 17 la jornada anterior, y capaz de enlazar dos semanas de gran golf. En Castellón bajó siempre del par en cada jornada, y de Valderrama se ha marchado triunfante con una tarjeta maravillosa: 70, 70, 67 y 71 golpes. Miguel Ángel Jiménez, a quien solo los desajustes en su juego corto privaron de la victoria, le esperó en la caseta para regalarle un abrazo de felicitación.
"Estoy encantado de volver arriba. Por fin he recuperado mis mejores sensaciones. Eso es lo más importante, más que la victoria en sí", dijo Sergio García. En ese tercer golpe del 18 desde fuera del green, acompañó la bola hasta rozar el hoyo, confiado como nunca en su juego. El Niño ha vuelto a su mejor nivel. Ha acabado 2011 en la cresta ola. Y promete guerra en serio en los grandes del próximo año, su gran asignatura para consagrarse entre los mejores del mundo.
JUAN MORENILLA 30/10/2011
EL PAÍS
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