LOS OTROS DONES
El olvido. Alguna tarde en que la lluvia
nos hizo inmortales. La nostalgia de saber
que el ojo no es el tacto. La distancia.
La espera de un sábado en la universidad. Una fila
en la que nos sustituimos
como si fuéramos uno. Una noche oscura
sin saber a dónde íbamos.
Un sueño en Santa Rita después
de una misa oficiada sólo por nosotros.
Las tardes de los viernes.
La violencia y los abortos.
Las veces en que la poesía se fue
de nosotros pero igual construimos el poema.
El recuerdo. Sentir que estamos muertos.
El dolor del otro y la alegría
de habernos mirado.
Mujer, perdona todo esto.
El perdón. Este poema
que aún no has escuchado.
(El libro de los viernes)
Gilberto Hernández Matos
nos hizo inmortales. La nostalgia de saber
que el ojo no es el tacto. La distancia.
La espera de un sábado en la universidad. Una fila
en la que nos sustituimos
como si fuéramos uno. Una noche oscura
sin saber a dónde íbamos.
Un sueño en Santa Rita después
de una misa oficiada sólo por nosotros.
Las tardes de los viernes.
La violencia y los abortos.
Las veces en que la poesía se fue
de nosotros pero igual construimos el poema.
El recuerdo. Sentir que estamos muertos.
El dolor del otro y la alegría
de habernos mirado.
Mujer, perdona todo esto.
El perdón. Este poema
que aún no has escuchado.
(El libro de los viernes)
Gilberto Hernández Matos
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