Galicia alumbra la primera merluza nacida en cautividad
El hito permite avanzar en el terreno de la acuicultura y reducir la presión pesquera sobre esta especie comercial
Científicos del Oceanográfico de Vigo han logrado obtener larvas de ejemplares criados en piscinas
La vida marina se ha abierto camino, una vez más, en Galicia a pesar de las dificultades. Los investigadores gallegos han acabado imponiéndose en una carrera en la que desde hace tiempo competían científicos de todo el mundo. Han conseguido dar a luz a la primera generación de merluzas nacidas en cautividad, un logro que solo los propios diseñadores del proyecto? -Rosa Cal, José Iglesias, Francisco Javier Sánchez y Juan Otero- son capaces de calibrar. «Es un proyecto largamente buscado», aseguran desde el Oceanográfico de Vigo, donde se ha gestado la hazaña. Sus esperanzas de que la vida avanzaría, fuera como fuese, se han visto cumplidas. El tiempo ha acabado dándoles la razón.
La reproducción espontánea de merluza europea (la más compleja y caprichosa biológicamente dentro de la especie) se ha gestado en el interior de una piscina de unos 20 metros cuadrados, con unos 10.000 litros de agua salada en su interior.
Esta primera puesta de huevos fertilizados procede del stock de reproductores constituido a partir de las capturas realizadas durante las campañas oceanográficas de los años 2007 y 2008 en la propia ría de Vigo. Se trata, por tanto de una hazaña científica, que «hace posible avanzar hacia el desarrollo en España de la acuicultura de una importante especie pesquera».
Transporte meticuloso
Una vez capturadas con artes especiales de pesca y sometidas a condiciones de transporte muy rigurosas, las merluzas fueron alimentadas primero con peces vivos y después con pescado fresco y congelado, hasta que, finalmente, aceptaron pienso elaborado en las propias instalaciones del Oceanográfico de Vigo. Este primer paso permitió establecer un stock de reproductores aclimatados a la piscina. La metodología utilizada para conseguirlo se describe en un artículo científico que será publicado próximamente en la revista Aquaculture Research.
En esta primera puesta, el número de huevos fertilizados, ha sido pequeño, «pero suficiente», siempre según el Oceanográfico, para poder realizar un detallado seguimiento del desarrollo embrionario y de los primeros estadios del larvario de esta especie. «Podemos producir una y más generaciones de merluzas -explicaba en su momento Rosa Cal, investigadora principal-, pero todo esto debe ser traducido a números rentables para las empresas». Las bases para empezar a hacer cálculos han comenzado a gestarse.
Luis C. Saavedra
Fecha de publicación: 15/7/2009
No hay comentarios:
Publicar un comentario