Ese tiempo que pasa sin pasar
ese tiempo que tan sólo adivino
ese tiempo que sueño a diario para vivir mañana
permite desvariar a la memoria
que acompaña las horas ficticias por venir.
Pero son tan reales, están tan en mí,
que me cuesta trabajo vivir
esa espera que va de hoy a mañana
ese inmenso espacio de tiempo
que será mañana para mí.
Escrito por Musaraña
Benacazón, 04.08.1992
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