Passengers
Como esto no es el Reino Unido, el 26 de septiembre se estrenará ‘Passengers’, un film sobre un accidente aéreo con ciento y pico muertos y apenas una docena de supervivientes y sobre las dudas acerca del posible origen de la catástrofe. Pero tampoco voy a decir orgullosa que somos menos censores que los ingleses –quienes prohibieron que se estrenase ‘Adiós, pequeña, adiós’, de Ben Affleck, porque la niña se daba un aire a la tal Madeleine y se llamaba algo parecido—, pues me da que si no se ha retrasado este estreno es simplemente porque nadie se ha enterado de su argumento a tiempo. De todas formas, si se prohibiese su aparición tampoco os perderíais nada.
Rodrigo García, autor de ‘Cosas que diría con sólo mirarla’ –título erróneamente traducido de ‘Things I Could Tell Just By Looking At Her’— y de ‘Nueve vidas’ (‘Nine Lives’), rueda un guión de Ronnie Christensen tan lleno de truculencias y de giros efectistas que al estilo del hijo de García Márquez no le resultan adecuadas en absoluto. Anne Hathaway, Patrick Wilson, Clea DuVall, David Morse, Dianne Wiest y Andre Braugher son los protagonistas de ‘Passengers’.
Durante la mayor parte del metraje vemos cómo una psicóloga (Hathaway) trata de formar un grupo de terapia con los supervivientes del mencionado accidente para lograr que se sientan mejor, pero ella misma tiene problemas y no consigue hacer que el grupo funcione, pues no tiene autoridad. Uno de los pacientes (Wilson) se niega a acudir al grupo y ella lo visita en su casa, donde juntos mantendrán algo más que sesiones de psicoanálisis. Al mismo tiempo, los miembros de la compañía aérea se comportan de forma extraña, por lo que la terapeuta empieza a pensar que tratan de ocultar algo y que el desastre aéreo no se debió a lo que se dijo en su momento.
Esta parte está rodada con el tempo que suele ser habitual en los Films de García, es decir, de manera pausada, naturalista, centrada en los diálogos y en el retrato de personajes, etc… Tiene una bella fotografía que acompaña a los elegantes planos del colombiano.
SPOILER: Sin embargo, a partir de cierto momento, ocurre un cambio radical que hace que todo lo anterior pierda el posible sentido que podría tener y se convierta en material risible. Cuando comienza a vislumbrarse ese posible giro de guión, lo único que yo pensaba era: “no, por favor, que no sea eso, que sea otra cosa”. Se trata de algo que está ya tan visto que no puede sorprender, lo único que puede hacer es provocarte el pensamiento de: “otra vez no” (para que no sea la curiosidad lo que haga que vayáis a verla, lo cuento, pero aviso otra vez: SPOILER: estaban todos muertos y ella era parte del pasaje).
En teoría, este giro debería servir para explicar muchas de las cosas que ocurren al principio de la película, como algunas de las terapias, la evolución de ella como personaje, la aparición de seres que no se sabían quiénes eran, el que se desconociese por completo quién era el jefe que le había encargado realizar esas sesiones de grupo, etc… Pero también hay muchas otras cosas, como la relación entre los dos protagonistas o la investigación sobre las causas del accidente, que quedan anuladas al cambiar el devenir de la historia de esa forma.
Sé que esta película no trata de sorprender con el giro de guión como si fuese un thriller o un film de terror, sino que sus intenciones están en transmitir un mensaje sobre que hay que irse al otro mundo dejando las cuestiones de la Tierra resueltas, sobre el amor de quienes te rodean, etc… Pero el recurso paranormal se me antoja inadecuado en este tipo de narración. Toda la fuerza dramática que pudiese haber alcanzado la cinta hasta ese momento, se pierde por tratar de introducir un triple salto mortal dentro de un número que no era circense, sino de salón. FIN DEL SPOILER.
Por supuesto, ese final no es lo único que merece ser comentado de la película: la relación entre ellos dos no convence en absoluto porque él es demasiado pretencioso y da demasiado por hecho que conseguirá conquistarla, lo cual se podría creer con un actor más atractivo y joven, pero no con Wilson. La cortedad de la psicóloga, que casi necesita más ayuda que sus pacientes, es interesante como planteamiento, pero debería desarrollarse más allá a partir de ese momento. Pero en fin son detalles menores.
En total, supongo que es una película para un público sensible y para ése es el peor momento para estrenarla. No sería recomendable para quien esperase en ella algo similar a un thriller ni un retrato psicológico interesante de personajes, como sí lograban ser los anteriores Films de García. Es posible que a personas muy espirituales les funcione, por lo que más que dejar de recomendarla, la recomendaría con reparos.
Más información en Blogdecine sobre ‘Passengers’
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