Más extraño que la Ficción (2007)
Más extraño que la ficción (2007)
Sorprendentemente me ha encantado esta película. Digo lo de sorprendentemente porque todo lo que había visto hasta ahora del protagonista de este film, Will Ferrell, me parecía una auténtica chorrada, a pesar de su indudable y profundo éxito entre el público norteamericano. Así que, en un principio, mi indiferencia hacia este film era palpable.
Si os soy sincero, decidí ir a ver ‘Más extraño que la ficción’ casi por obligación. A la jefa de mi casa le llamó mucho la atención esta película, y la incluyó en esa listilla de elegidas para su visionado que hace siempre en una mini libreta que saca del bolso cuando estando en el cine nos atiborran la sesera de traileres a mansalva. Al enterarme de que quien la dirigía era Marc Foster, mi apreciación cambió ligeramente, aunque todavía esta escéptico.
El concepto básico en el que se sustenta la cinta me parecía otra chaladura en las que se suele meter Ferrell, porque no parecía muy allá el papel de un inspector de hacienda que desconoce que es en realidad un personaje principal del libro de una novelista, interpretada por otra de mis preferidas Emma Thompson. Gracioso el planteamiento, sí, sobre todo si esa novelista de nombre Karen Eiffel, necesita que su personaje llamado Harold Crick muera al final del libro para que éste se convierta potencialmente en su mejor obra.
Tampoco estaba muy convencido de que funcionara la idea de que Crick conociera su fatal destino porque oyera una voz en ‘off’, la de Karen, relatando paso a paso cómo vive, cómo actúa y cómo se dirige hacia su desenlace mortal. Veía difícil que la ficción y la realidad se unieran como un perfecto puzzle y nos creyéramos a pie juntillas la historia.
Eso me pasa por dudar de Foster. Este director tenía un precedente absolutamente genial para mi como es ‘Descubriendo Nunca Jamás’, una preciosa película que confieso me hizo llorar de emoción. Así que a priori no debía haber pensado que su nuevo filme sería una chorrada.
Foster ha sabido transformar una previsible singularidad en un ejemplo de buen cine. Este virtuoso cineasta nos lleva en volandas por todo este film sin que nos demos cuenta, a pesar de lo difícil que es intentar que el espectador se olvide de que el hilo argumental en el que se basa la película es una ficción aplastante.
En ningún momento el carácter supuestamente ficticio de la ordenada vida de Crick, profundamente alterada por los acontecimientos, se revela abiertamente; sí, sabemos perfectamente que está manipulado, y que va dando tumbos para luchar contra su opresora voz ‘de la conciencia’, pero siempre nos queda la esperanza de que se trata de un mal sueño.
Gran parte de la credibilidad de la película es culpa de Ferrell. Reconozco que, aquí, concretamente aquí, me ha cautivado este actor. Ha sabido darle el punto justo para montar un personaje lo suficientemente cabal como para no hundirse estrepitosamente por la presión de los cambios tan profundos a los que se somete su vida, y por su destino conocido. Pero al mismo tiempo, lo suficientemente vulnerable como para sufrir por él y con él durante su intento por evitar su anunciado final.
Enma Thompson es el contrapunto perfecto a este personaje. Es estupenda su interpretación de una artista casi excéntrica que busca la inspiración en un estado absoluto de ignorancia sobre la existencia real de Crick y del angustioso devenir de éste. Convierte a Karen en una pieza fundamental en este juego.
Dustin Hoffman, Maggie Gyllenhaal y Queen Latifah adornan la película, y su actuación sólo sirve para dar un respiro al intenso ‘tú a tú’ entre Ferrell y Thompson.
Sólo le encuentro un defecto a esta película, y en este momento el que no quiere conocer un spoiler determinante que no siga leyendo. El final es demasiado condescendiente para todo lo que ocurre durante el filme. Hubiese preferido una culminación menos convencional.
Con todo lo contado, no os parecerá raro que os diga que el visionado de esta película es obligatoria e imprescindible.
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