1.408 (2007)
Se nota que estamos ante un relato de Stephen King por dos razones: primero, porque de nuevo un escritor vuelve a ser el eje de la historia (’Misery’, ‘El Resplandor’, ‘La Ventana Secreta’), y segundo porque, fiel a sus ultimas adaptaciones al cine, la traca del inicio lleva a un soporífero final. Un relato corto que al extenderse pierde toda emoción, y buena culpa es de un guionista que trata de imitar a otro más grande.
‘1408′ es una de las mejores propuestas de cine de terror USA que se han estrenado este año, pero la decepción del espectador puede venir del hecho de que terror, lo que se dice terror, no es. Mejores sustos nos hemos llevado en los últimos meses, por lo que podríamos catalogarla en el género de terror psicológico, y al menos eso no era lo que se desprendía de los numerosos avances y trailers que hemos visto, por tanto mejor ir avisados.
Mike Enslin (Cusack) es un escritor que tras un sólo best-seller ha terminado haciendo guías sobre lugares encantados, y que tras recibir una misteriosa postal decide acudir al Hotel Dolphin, cuya habitación 1408 ha estado cerrada tras una serie de desgraciados acontecimiento. El director del hotel (Samuel L. Jackson) intentará avisarle del inminente riesgo a su vida al hospedarse en la misma, algo que obviará Mike y que muy pronto lamentará.
A pesar de que la premisa de ‘lugar embrujado’ ha tenido decenas de giros cinematográficos, no se puede negar que Mikael Hafstrom (’Fuera de Control’) tiene como base una muy potente historia de fantasmas netamente King, todo un genio en revivir fantasmas en hoteles. Muchos encontraréis demasiadas reminiscencias con ‘El Resplandor’ aunque las efectividad de la película radica en reducir a unos pocos metros toda la trama y la utilización de mínimos efectos especiales, creando una angustia y agobio como pocas han conseguido.
Al desconocer por completo el origen del mal, las continuas sorpresas en su primera parte es lo más atractivo de la película, y de forma paulatina se va desenredando el misterio de lo que ocurre realmente en la habitación 1408. Con un ritmo continuo, el guión, el ambiente y Cusack va creando un miedo visceral a lo que se oculta detrás de una puerta o lo que aparece de repente a tu espalda. Aquí la cinta da lo que se demanda: inquietud al máximo.
El problema llega cuando la cosa no da más de sí. Una vez superada la primera media hora o 45 minutos, lo mejor de todo el film, todo es repetitivo y comienza a pesar sobre el espectador otra clase de encierro: el de la acción en un bucle interminable. La trama deja de ser interesante y ya vas oliendo por donde va a tirar el guionista, que reitero, intenta alargar en demasía una tensión que no admite demasiadas vueltas de tuerca.
El protagonista absoluto es John Cusack, por lo que olvidaros de Samuel L. Jackson, cuya aparición sólo sirve para rellenar el póster y atraer a un público incauto. Cusack tiene mejores películas, y para volverse loco en un hotel Jack Nicholson puso el listón demasiado alto. Por eso la nota es de un 6, ya que ni destaca como un personaje inolvidable ni servirá para medir futuras interpretaciones del mismo género, pero salva la situación no mostrándose un palo sin registros. Lo mejor es su cara, que paso a paso va tornando de chulesca en auténtico acoj****.
Como capítulo extendido de una serie tipo ‘En los límites de la realidad’, ‘1408′ no hubiera tenido rival. Con una duración justa, este relato de Stephen King se hubbiera convertido en ganadora absoluta de los Emmy de este año, pero las ganas de rellenar con giros previsibles y durante una hora más la historia del escritor encerrado en su propia paranoia va a defraudar a muchos que acuden al cine con ganas de entretenerse de principio a fin.
Sin ser una película mala, el personal termina pidiendo la hora, y eso acaba con cualquier producto.
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