Su rostro se refleja en el espejo de las gafas y Yo
mientras espero,
mas la mirada es sólo mía y se consume.
Mírame mirar con la mirada y, traduce
mas tarde
la historia que cuenta lealmente.
Ya se sabe que el tiempo se pierde
no mirando nada
que la memoria deshecha la vida que no vives.
Que perdido el tiempo pasado de antemano
sólo queda
la luz partida del ocaso, la desesperanza.
Para finalmente vivir el tiempo de uno
y no el ajeno
por que no basta una segunda vida para vivir el recuerdo.
Escrito por Musaraña
Benacazón 14.01.1998
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