viernes, 4 de enero de 2008

¿No cesará este rayo que me habita...

¿No cesará este rayo que me habita
el corazón de exasperadas fieras
y donde fraguas coléricas y herreras
donde el metal más fresco se marchita?

¿No cesará esta terca estalactita
de cultivar sus duras cabelleras
como espadas y rígidas hogueras
hacia mi corazón que muge y grita?

Este rayo ni cesa ni se agota:
de mí mismo tomó su procedencia
y ejercita en mí mismo sus furores.

Esta obstinada piedra de mí brota
y sobre mí dirige la insistencia
de sus lluviosos rayos destructores.

Miguel Hernández

No hay comentarios: