lunes, 12 de noviembre de 2007

De la infancia me queda un poso de tristeza

De la infancia me queda un poso de tristeza
con espumas rotas de besos que se fueron.
De aquella adolescencia paseos teñidos de colores.
De cuando Tú y Yo nos conocimos
o mejor, de cuando Yo te conocí,
un volcán encendido que me selló la boca.
De cuando fui mayor el frío vacío de la ausencia.
Después de tantos años sin dejar de soñar los mismos sueños
tengo las manos rebosantes de recuerdos
la cabeza fría vacía de sentimientos
y la exacta urgencia de un periplo con el último sueño.

Escrito por Musaraña
Benacazón, 28.02.1996

No hay comentarios: