Dejaremos atrás nuestras memorias
soñaremos palabras para noches de invierno.
Inventaremos un místico alfabeto
para cantar los versos que hagamos a la vida.
Descubriremos paseando lo inmortal de las horas
lo fugaz del instante
que nada fuera de nosotros es cierto.
Lejos del campo, de la ciudad lejos
sentados a la mesa y el vino compartiendo
seremos nuevamente los amigos de siempre
que en la sabia costumbre de la charla
alargan las horas para juntar recuerdos.
Ahora que el día de mañana ya ha llegado
en el cristal de la memoria descubrimos
el caudal de inocencia que a todos nos unía.
Escrito por Musaraña
Marburg (Alemania) 06.06.1994
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