En recuerdo de Agustina Blanco
Yo, hubo un tiempo en que me ahijé de ti, con tu hijo Miguel y hoy vierto dolorosas e incontenibles lágrimas por tu falta.
Sé que allí donde vayas seguirás tus costunbres terrenales y cuidarás de los tuyos como siempre lo hiciste.
No te olvides de mí que pronto partiré en tu busca.
Que tu Dios te acoja como mereces.
Aquí no te olvidamos.
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