La precariedad de la escritura
pero una palabra nos puede hundir en la miseria
al tiempo, que una reflexión seguida a los dos puntos
transforma en un extenso mar de aceite
un abismo abierto por dos sílabas.
Pero usemos con cordura la sintaxis
y dejémonos ir por la pendiente de las frases
tengamos muy presentes el verbo y el adverbio
ignorando por completo las palabras esdrújulas.
Volviendo al verso imaginario
para así resolver con soltura la tristeza.
Escrito por Musaraña
Sto. Domingo (Chile), 05.02.1996
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