Con esta luna llena
volvió la lluvia a empapar los campos
dejando el espacio del barbecho
anegado de barro.
Se cubren los bajos de charcones
como si la madre tierra
abriera sus muslos a la siembra.
Quedó atrás el mes de abril
y mayo entra a saco en los surcos
con pájaros y abejas.
Que distintas las cosas cuando llueve.
Al otro lado de la lluvia
puede que aparezca alguien
y eso me conmueve.
Escrito por Musaraña
Benacazón, 09.05.1996
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