El tren

La gente comenzó a impacientarse a medida que transcurría el tiempo : los ejecutivos comenzaban a apoyar los maletines y aflojaban sus corbatas , los niños mas pequeños presionaban a sus madres y abuelas para ir a los baños, los universitarios sacaban sus libros y comenzaban a repasar sobre sus materias del día, los ancianos ocupaban todos los bancos disponibles, los vendedores ambulantes se juntaban para contarse chistes verdes o hablar mal de alguno de sus compañeros (clásica el rengo, el sordo, el mundo, o el que le faltan los dientes).
Los boleteros, guardas y demás empleados de la línea de ferrocarril no tenían explicación alguna para este extraño caso, simplemente hacían omisión a muchos de los reclamos de las cientos de personas que esperaban en la estación y hasta a veces les decían con crueldad : "Señor (o señora), por favor tenga paciencia es una leve demora".
Momentos mas tarde algunos medios de comunicación se amontonaban en las puertas de la estación para obtener la primicia, también algunas esposas, novias o amantes se acercaron a la misma para entregar colchones, tapers con comida y dinero adicional debido a que según comentaron los medios la espera iba a durar entre 20 y 25 días. Reaccionando ante este rumor, muchos de los pasajeros (ya con barbas y ropas resquebrajadas) se unieron en comisiones y planearon lo peor: tomar la estación a la fuerza y también el control de la línea de ferrocarriles para que ya no nunca mas un tren se atrase y genere esta clase de indigentes.
Las comisiones planearon perfectamente todo: primero tomaron los molinetes y los arrancaron los mas forzudos, luego algunos mas pequeños se unieron para entrar a las boleterias y saquearlas destruyendo todo papel que se encuentre a su paso, y sin importar si en el camino salía herido algún empleado de la empresa de ferrocarriles.
Cuando nuestro observador quiso acordarse, la anarquía y la violencia se habían apoderado de esta simple estación de trenes. En ese mismo momento, se comenzó a escuchar una pequeña bocina a lo lejos. "viene el tren" gritó alguien por ahí. La gente comenzó a llorar de alegría, a abrazarse. Al parecer su misión había concluido con éxito. : Todos podrían retornar a sus aburridos (o divertidos) destinos previamente prefijados. Luego de que las personas subieron al tren, nuestro observador volvió a mirar su reloj: Eran las 10.01...del mismo día, pero el daño...ya estaba hecho.
posted by Tincho For Ever
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