Resacón en Las Vegas
Mal vamos si esta es la mejor comedia del año. Vale para pasar una hora y medio entretenida, pero la reiteración de sus chascarrillos y lo burdo y grosero de la propuesta a mí al menos me cansan bastante, quizá porque esperaba algo más mordaz e inteligente.
La cosa va de un fulano que se va a casar. Sus tres amigos deciden irse de despedida de soltero nada menos que a la ciudad de Las Vegas, ciudad proclive al desfase de todo tipo, donde la gente se ciega con las luces y el ruidito de las tragaperras.
Así que estos cuatro adultos que se comportan como adolescentes, se pegarán una noche a la grande, para al día siguiente amanecer en la habitación del hotel sin que ninguno recuerde nada de lo que ha pasado. En la habitación hay un tigre, se encuentran un bebé en la puerta, uno de ellos ha perdido un diente y los otros tienen un resaca del copón.
El caso es que el que se casa, no aparece por ninguna parte, y sus compañeros de viaje se afanarán en encontrarlo, para lo cual irán desembrollando la madeja, atando los cabos sueltos, encadenando las acciones pretéritas, que les permita seguir su rastro de drogas y desenfreno, de la noche anterior.
En su camino descubren que el que perdió el diente también se casó con una stripper. Se toparán con una asiático amanerado, con fijación por su miembro, pues todas las palabras que pronuncian guardan relación con el mismo, que les reclama 80.000 dólares.
Hay unas cuantas situaciones surrealistas y bastante mala leche, pero no acaba de cuajar en ningún momento. No faltan las escenas divertidas, que te hacen descojonarte pero en conjunto su resultado resulta bastante inocuo, y previsible. ¿comedia del año?. Para mí no.
por Popeye Doyle
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