Cyanea Capillata

La medusa melena de león artica (Cyanea capillata) es una medusa de las clase Scyphozoa y de la familia Cyaneidae. Es la medusa más grande que existe, e igualmente es el animal más largo del cual se tiene conocimiento, superando inclusive a la ballena azul. Vive mar adentro, en las profundidades de la zona abisal. Y normalmente se encuentran en las aguas árticas. El ejemplar más largo alguna vez conocido de este tipo de medusa, tenía una campana (cuerpo) de un diámetro de 2,3 m, y tentáculos que alcanzaban los 36,5 metros de longitud, y fue hallado varado en las costas de Massachusetts en 1870. Este ha sido el animal más largo que se haya encontrado, más que la ballena azul. Sus tentáculos se considera que pueden llegar a alcanzar los 60 ó 70 m de longitud.[1] La medusa melena de león ártica, como la mayoría de las especies de medusas, es un depredador; caza y se alimenta de otras criaturas del reino animal. Esto nos indica que esta medusa avista, caza, captura, mata y se come a su presa. Se alimenta principalmente de peces, plancton, o incluso de otras medusas. Es bastante difícil ver a una medusa melena de león ártica en plena persecución de su presa, ya que normalmente no busca a sus presas, sino que ellas se acercan a ella. Medusa melena de león ártica.Por lo general, los despistados peces nadan entre los transparentes tentáculos (casi invisibles) de la medusa, en los que se encuentran millones de nematocistos (células urticantes rellenas de veneno y una especie de dardo que lo introduce en sus víctimas. Este dardo miniatura puede, en algunos casos, atravesar la piel e inyectar el veneno). Cuando el pez hace contacto con los tentáculos se le inyecta de manera automática un veneno paralizante, de este modo, la medusa puede comer sin preocupación y a sus anchas. También es común verla cazar a otras medusas para alimentarse. Pero de igual forma, hay otras criaturas en los oceános que pueden comerse a la medusa melena de león. Si un ser humano fuera picado por los tentáculos de una medusa melena de león, podría ser fatal, ya que por lo general el veneno es inmediatamente absorbido por la piel. Comúnmente el veneno paraliza los músculos que permiten respirar, por lo que la víctima muere sofocada.

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