sábado, 3 de julio de 2010

Vicky Cristina Barcelona

Vicky Cristina Barcelona

Dirección y guión: Woody Allen.
Países: España y USA. Año: 2008.
Duración: 96 min.
Género: Comedia.
Interpretación: Javier Bardem (Juan Antonio), Patricia Clarkson (Judy Nash), Penélope Cruz (María Elena), Kevin Dunn (Mark Nash), Rebecca Hall (Vicky), Scarlett Johansson (Cristina), Chris Messina (Doug), Zak Orth, Carrie Preston, Pablo Schreiber.
Producción: Letty Aronson, Stephen Tenenbaum y Gareth Wiley.
Fotografía: Javier Aguirresarobe.
Montaje: Alisa Lepselter.
Diseño de producción: Alain Bainée.
Vestuario: Sonia Grande.

Woody Allen parece querer saldar la deuda contraída con España con esta pelicula. Toma la ciudad de Barcelona como lugar donde transcurrirá la misma y de paso y de rondón hace que los personajes se den una vuelta por Oviedo, donde el director tiene una estatua con su figura
.
Hay quien dice que la película es una película de Barcelona, pero no es tanto la cosa, dado que sí vemos las obras de Gaudi, ya que una de las protagonistas tiene un trabajo relacionado con el tema.

Puesto que Woody no actúa en este film parece que ha querido ceder sus neuras a Vicky, una joven americana a punto de casarse, que pasa junto a su amiga Cristina unos meses en Barcelona, alojados en casa de otra americana, Judy. Vicky es una mujer seria, disciplinada, que parece tener las cosas muy claras, todas sus acciones prefijadas y antes de hacer algo ha de medir las consecuencias, así como analizar con lupa cada acción a cometer, sin dejar nada al azar.

Al poco de llegar la pareja a Barcelona para pasar sus vacaciones veraniegas descubren en una galería de arte a Juan Antonio, el cual ya de entrada manifiesta su interés por ella, un interés sexual que es llevado a buen puerto, primero con la lanzada Cristina y luego con la retraída Vicky, dado que Juan Antonio es una artista singular, de buena presencia, que les da a ambas lo que andan buscando.

Por medio aparece María Elena la ex de Juan Antonio, una española racial, guapísima, atacada de los nervios, la cual no puede vivir con Juan Antonio ni tampoco con él, de ahí que una vez que Juan Antonio y Cristina se pongan a vivir juntos, ella será la tercera parte del taburete, el ingrediente perfecto que haga que el plato sea único, realizando así unos tríos, en los que las chicas se aman y Juan Antonio vacía su amor en ellas.
Está por ver si Vicky que está colada por Juan Antonio, dado que su pretendiente es un sosainas a la antigua usanza, con dinero y un buen puesto de trabajo, pero sin el grado de locura, ese punto bohemio de los artistas, como Juan Antonio.

Hace gracia ver a Bardem y a Penélope hablar en inglés entre ellos. Penélope aparece muy pasada de rosca, loca de amor, como quiere hacernos creer, y Bardem da el pego como ese Don Juan, maestro en el manejo del pincel y de la técnica del Chorreado, que popularizaría Pollock.

Como comedia apenas me ha hecho reír, como drama no me lo creo y como reflexión acerca de si alguien puede amar a dos personas a la vez, está tratado de una forma tan superficial y trivial, que el único interés reside en ver si veremos a Penélope Cruz y a Scarlet Johanson practicando sexo en la cama, y en este aspecto la película es de lo más cándido.

Es verdad que a menudo los humanos optamos por el camino fácil y nos dejamos llevar, sin ser capaces de liarnos la manta a la cabeza e ir detrás de un amor, pero habría que saber si lo que Vicky siente por Juan Antonio es amor, o un simple calentón, el fulgor de lo nuevo, de lo desconocido, de lo contrapuesto y si merece la pena cambiar toda una vida por algo que en lugar de amor quizá solo sea una ilusión, un reflejo apasionado de un amor concentrado en horas de sexo, lejos de cada, del hogar donde la provisionalidad y la distancia alimentan el deseo bajo el manto del desapercibimiento.

por Popeye Doyle

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