domingo, 19 de septiembre de 2010

José Antonio Labordeta muere en Zaragoza tras una larga enfermedad

El político y escritor fallece a los 75 años en un hospital de la capital aragonesa,
al que fue trasladado esta semana al empeorar su estado de salud

El cantautor, político y escritor José Antonio Labordeta ha muerto este domingo en Zaragoza a la edad de 75 años tras una larga enfermedad, según informaron fuentes de la Chunta Aragonesista (CHA), con el que el también llamado "El Abuelo" fue diputado en el Congreso durante dos legislaturas (de 2002 a 2008).

José Antonio Labordeta recibe, en su última aparición pública,
el pasado 6 de septiembre, la Cruz de Alfonso X el Sabio.- EFE
José Antonio Labordeta Subías
Nacimiento: 10-03-1935
Lugar: Zaragoza
Labordeta falleció en torno a la una de esta madrugada en el Hospital Miguel Servet de la capital aragonesa al que fue trasladado esta misma semana al agravarse su estado de salud, que lo tenía postrado en su casa desde hace varios meses.

"Con profunda tristeza comunico que José Antonio Labordeta ha fallecido hace unos minutos", ha informado CHA de la muerte de Labordeta, al que se le diagnosticó en 2006 un cáncer de próstata mientras ocupaba su escaño en el Congreso de los Diputados. "Los hombres y mujeres de Chunta Aragonesista (CHA) expresamos nuestra más profunda tristeza ante la muerte de nuestro compañero José Antonio Labordeta y transmitimos nuestro apoyo y cariño a su familia en estos momentos tan difíciles", informó CHA mediante un comunicado.

Socarrón y descreído, tuvo un hueco destacado en los informativos de todo el país en marzo de 2003 cuando, en un debate con el entonces ministro de Fomento, Francisco Alvarez Cascos, mandó literalmente "a la mierda" a la bancada popular , que le impedía hablar y se burlaba de él, con referencias despectivas a su participación en el programa de TVE Un país en la mochila, una serie de reportajes en los que Labordeta mostró aspectos íntimos y poco conocidos de diferentes pueblos de España.

Labordeta presentó en mayo pasado el último libro que escribió, Regular, gracias a Dios, una obra marcada por el cáncer de próstata que le detectaron, en el que expresa su gratitud a su familia, a los amigos y los sanitarios que le atendieron en esta etapa. Se trata de un texto escrito "a tajos", y el título lo extrajo de una frase acuñada por un compañero marroquí del hospital. "Es la explicación menos dolorosa y más ajustada que he encontrado para responder a todos los que se interesan por mi mermada salud", decía Labordeta. Siempre rodeado de buenos amigos y por su familia, desde octubre del año pasado su salud había empeorado y había tenido que ser hospitalizado en alguna ocasión, momentos en los que estuvo arropado por su esposa Juana de Grandes, sobrina del general Muñoz Grandes, y sus tres hijas Ana, Ángela y Paula.

El último acto público que protagonizó se produjo fue el pasado día 6 de septiembre, cuando los ministros de Defensa, Carme Chacón, y Educación, Angel Gabilondo, le entregaron en su casa la Gran Cruz de la Orden Civil Alfonso X El Sabio . Un reconocimiento que el Gobierno le concedió por su sabiduría, su pasión, sus convicciones y su defensa de la libertad y el pueblo -motivos por los que también le otorgó la medalla al Trabajo-.

Nacido en Zaragoza el 10 de marzo de 1935, Labordeta se dedicó inicialmente a la docencia en la Enseñanza Media y, a lo largo de varias décadas, también a la música, la política y la televisión. Su carrera musical comenzó en 1974 con el álbum Cantar y callar y pronto fue reconocido como una de las voces comprometidas con la democracia al final de la dictadura franquista. Llegó a la canción por poeta, por deseo de dar mayor audiencia a sus versos, consiguió que algunas de sus canciones, como El canto a la libertad, Banderas rotas o La albada, se convirtieran en himnos de una tierra, Aragón, a la que cantó con melancolía.
AGENCIAS - Zaragoza - 19/09/2010

¡A la mierda!

José Antonio Labordeta dijo el sábado en Informe semanal que su epitafio podría ser algún día lo que dijo desde la tribuna de oradores del Parlamento: "¡A la mierda". Pusieron las imágenes al tiempo que el artista y parlamentario aragonés contaba aquel incidente, y ahí pudimos ver a los que se reían de él ("¡vete con la mochila!", "¡cantautor de mierda!"), y también al ministro de Fomento de entonces, Francisco Álvarez Cascos, a quien se estaba dirigiendo Labordeta cuando empezaron a burlarse de él.

-"¡Qué estoy hablándole al ministro!", avisó el diputado. Y como arreciaron las chanzas, y sobre todo algunas dedicadas a su oficio de cantante, Labordeta explotó: "¡A la mierda!". Fue un grito indignado y sencillo: que se vayan a la mierda. Siguieron burlándose, pero se oyó sólo su: "¡A la mierda!". Me siguen impresionando esas imágenes de la burla en el Parlamento, que se da mucho. Distinguí ahí, gritando, a un caballero al que conozco bien, Juan Manuel Albendea, hombre de fina pluma, taurófilo, que fue crítico de lo suyo en este periódico en los tiempos inolvidables de Joaquín Vidal.

Sorprende ver a caballeros así, gritando, pero no se les oye. Y sería instructivo. La gente, en lugar de decir, "a usted lo vi en la tele, sentado en su escaño", le diría a ciertos parlamentarios: "Le vi gritando. ¿No le da vergüenza hacer eso en el Parlamento?".

Desde hace mucho tiempo, el Parlamento tiene desactivados los micrófonos de ambiente, que podrían ser tan buenos para transmitir el tono vital de la ciudadanía (parlamentaria). Les debe dar vergüenza propia, que no ajena, admitir que lo de abajo es un guirigay, de modo que dejan que el tipo se desgañite en la tribuna mientras a los diputados sólo se les ve gesticular. Porque los micrófonos tienen vergüenza nos enteramos de lo que dijo aquel día Labordeta pero no de lo que le gritaron. Y lo estaban poniendo fino aquellos caballeros tan peripuestos. Pues él los puso en su sitio. ¡A la mierda! Le echamos mucho de menos, para gritar con él, o para cantar.

En medio de lo políticamente correcto (el silencio de los micrófonos), aquella jaculatoria vale por un curso de educación para la ciudadanía (parlamentaria).

JUAN CRUZ 05/01/2009
EL PAÍS
Canto a la libertad (Labordeta)

No hay comentarios: