sábado, 24 de diciembre de 2011

A unos ojos


¿Me preguntas, pintor, que como quiero
que pintes el mirar y la hermosura
de aquellos ojos do el Edén fulgura,
de aquellos ojos por que vivo y muero?

Copia el fulgor de matinal lucero,
de gacela apacible la dulzura,
de la tórtola amante la ternura,
el brillo del diamante lisonjero.

Los habrás de pintar grandes y vivos
donde luzca la antorcha bendecida
del noble meditar, muy expresivos.

Con dulce vaguedad indefinida;
¿quieres darles aun más atractivos
de apasionado amor? dales la vida.

Alejandro Tapia y Rivera

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