jueves, 18 de diciembre de 2008

La última nota

La última nota crítica película

Dirección: Denis Dercourt.
Título original: La tourneuse de pages
País: Francia.
Año: 2006.
Duración: 81´.
Género: Drama.
Interpretación: Catherine Frot (Ariane Fouchécourt), Déborah François (Mélanie Prouvost), Pascal Greggory (Sr. Fouchécourt), Clotilde Mollet (Virginie), Xavier de Guillebon (Laurent), Christine Citti (Sra. Prouvost), Jacques Bonnaffé (Sr. Prouvost).
Guión:
Denis Dercourt; con la colaboración con Jacques Sotty.
Producción: Michel Saint-Jean.
Música: Jérôme Lemonnier.
Fotografía: Jérôme Peyrebrune.
Montaje: François Gedigier.
Dirección artística: Antoine Platteau.
Vestuario: Antoine Platteau.

Voy viendo películas galas tales como “Pintar o hacer el amor”, “Mi hijo”, que me parecen notables. Ahora hemos de añadir otro título más a la nómina de películas recomendables, la película se llama “La última nota” (el título original, es la “Pasapáginas”). Nos cuenta la historia de Mélanie una niña que toca el piano y prepara su entrada en el conservatorio. El día que realiza la prueba, la presidenta del jurado, firma un autógrafo mientras Mélanie ejecuta su pieza, y esto las descentra de tal manera que lo hace fatal. Se queda así sin entrar en el conservatorio y desolada decide entonces dejar el piano.

Pasan diez años y Mélanie entra a hacer prácticas en un despacho de abogados, encargándose del archivo. Uno de los abogados del bufete precisa una chica que cuide de su hijo y Mélanie se ofrece. La mujer del abogado no es otra que la presidenta del jurado, a la que Mélanie se la tiene jurada desde su más tierna infancia. Claro está que la mujer no recuerda de nada a Mélanie a la que sin ser consciente destrozó sus sueños haciendo su vida pedazos.
Ariane se alegra mucho con la llegada de Mélanie al saber que esta sabe leer música y se aviene a pasarle las páginas mientras toca el piano. Ariane forma parte de un trío, con el que preparan una audición para un americano importante y Ariane frágil, tras un accidente como le informa a Mélanie el marido de esta, requiere a su lado alguien de confianza.

A Mélanie le pone cara la joven actriz Dèborah François (L´enfant) y realiza una trabajo maravilloso. Sin demasiados diálogos la acción se explaya mediante miradas enigmáticas, caricias, sonrisas, y Ariane poco a poco irá quedando prendada de su “pasapáginas”, a la que mira con deseo cuando sale de la piscina, a la cual roza cuando juegan al escondite, creciendo algo en su interior que la desborda, que no sabe explicar ni justificar, pues se confiesa enamorada de su marido, pero la joven es para ella algo nuevo, apetecible, con quien dejar volar la imaginación, pensando incluso en iniciar una nueva vida a su lado.

Como intuimos desde que Mélanie se ofrece como niñera, todo formará parte de un plan y Mélanie licenciada cum laude en “ingeniería sentimental”, sabrá pulsar las teclas adecuadas, desplegar las redes amatorias y tramar su venganza, sutil, inteligente, entregándose en cuerpo y alma.

Magistral es la escena final, cerrando el círculo. Ese autógrafo con la cara de la pianista capaz como se ve de destrozar dos vidas.

Una puesta en escena nada efectista (nada que ver con La mano que mece la cuna…), sino más bien sobria y reposada, una fotografía limpia y una partitura excelsa, sumada a unas interpretaciones estupendas de las dos actrices protagonistas: Dèborah François y de Catherine Frot, y una historia real como la vida misma hacen de “La última nota” una película reivindicable. Mucho arte en 81 minutos.

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