sábado, 1 de noviembre de 2008

El padre ambicioso


Esto cuentan en Santa María del Oro: había una vez un señor que era ambicioso al dinero. Era un señor muy pobre y su familia se componía de su esposa y su hija de seis años. La casa en que vivían era de cartón. Enfrente de su casa vivían unos ricos en una casa muy hermosa. Por no sé qué razones, un día mataron a los señores de la casa rica; y como nada más ellos vivían ahí, aquella casa quedó sola.
Tiempo después, los muertos le hablaron al vecino pobre y le dijeron que si dejaba dormir una noche a su hijita en la casa sola le iban a dar mucho oro. Le dijeron también que la niña no iba a amanecer en el mismo lugar que la acostaran, pero que ahí donde amaneciera estaba el oro enterrado.
El señor le platicó a su esposa pero ella no estaba de acuerdo. Un día, después de mucho insistirle, por fin la convenció.
Llevaron a la niña a la casa rica y la acostaron en una cama rota. Al día siguiente fueron a buscarla muy temprano pero no la encontraron donde la habían dejado. La encontraron en otra cama, pero la encontraron muerta.
Dicen que cuando la estaban velando, el padre en vez de estar triste estaba cantando. Después de que la sepultó; fue rápido a escarbar ahí donde encontró a su hija muerta, pero no encontró nada de dinero. Ya nunca tuvieron hijos. La gente decía que era su castigo.
Narración: Luis Enrique García Arcadia
Entrevista: Carel Alonso Ortiz Parra
sexto grado primaria Leyes de Reforma Tepic, Nayarit

Diseño e ilustración: Annabel Castro Meagher

No hay comentarios: