lunes, 29 de septiembre de 2008

Fuera de carta (2008)

Fuera de carta (2008)

Es un hecho que nuestro país se ha convertido, televisivamente hablando, en un especialista de producciones de comedia.

Cuando nos sentamos delante de la caja tonta lo que queremos es evadirnos de los problemas diarios que nos afixian, y desconectar de la realidad al menos durante un par de horas, y si son con unas buenas risas mucho mejor. Nuestras cadenas de televisión, junto a sus productoras afines, han aprendido a satisfacer esa demanda, y han conseguido dar con la fórmula del éxito en ese medio doméstico. Explotar la vertiente familiar ha sido la clave.

Hablar, por ejemplo, de ‘7 vidas’ o ‘Aída’ es como mencionar a Jesucristo, salvando muchísimo las distancias por supuesto (es una forma bruta de comparar por Dios, lo sé, de ningún modo con la intención de ofender, pero así se ve más claro) y los discípulos cada vez son más numerosos.

Desgraciadamente, dicha fórmula no se ha sabido, ni se sabe por el momento, adaptar a un soporte más grande como es el cine. El 95% de las películas españolas que llevan como tarjeta de presentación la palabra ‘comedia’ se sostienen en elementos chusqueros donde no faltan los argumentos estúpidos, un humor irreverente hasta caer en el mal gusto, un lenguaje destroyer y unas cuantas escenas de sexo cañón gratuitas con efecto estufa, un cóctel molotov que sólo ha funcionado bien cuando el protagonista se llamaba Torrente.

En
‘Fuera de carta’ lo único que volveréis a encontrar es ese lenguaje kamikaze, pero por lo demás estamos ante una buena adaptación del género cómico televisivo a la gran pantalla, incluida su vertiente familiar, a pesar de que sea de una forma menos ortodoxa. Un cocinero homosexual separado que al morir su ex-mujer tendrá que quedarse con sus hijos, nacidos de un matrimonio por apariencia, que vive con su mejor amiga y que se enamora perdidamente de su nuevo vecino, no es precisamente un patrón habitual de familia, pero toda la trama se desarrolla de forma divertida en torno a este círculo afectivo.

Oriol Capel, Antonio Sánchez y David Sánchez, con Nacho G. Velilla haciendo doblete también como director, titulares del éxito tan rotundo de las citadas series de cabecera, han aprovechado su experiencia profesional como guionistas de televisión para sacarse de la manga un filme dinámico, con contadas ñoñeces, con un argumento simple, conocido, pero efectivo y con el que os reiréis bastante, aunque mi recomendación para los que nos han visto aún el trailer de la película es que se abstengan de hacerlo porque el 50% de los mejores gags se concentran en ese avance.

Sin embargo, a pesar de ser una cinta entretenida, yo le noto que le ha faltado un punto de cocción para ser una peliculaza. Una trama de enredo suele resultar también en el cine, pero en ’Fuera de carta’ se resuelven tan rápidamente los malentendidos que apenas da tiempo para saborear el juego que van dando a la historia. Por otra parte, las relaciones entre los personajes pasan de ser excelentes a irreconciliables en un suspiro, y en algunas ocasiones de una manera muy forzada, al más puro estilo americano, con lo cual pierden credibilidad, y eso en un largometraje español, tan cercano, se nota demasiado.

No obstante, el valor principal de este filme son sus actores. Estoy seguro que si hubiera tenido otros protagonistas menos inspirados ’Fuera de carta’ habría sido un fracaso.

La estrella indiscutible es Javier Cámara. Desde que entró magistralmente en mi (nuestras) casa/s con el Padre Angel de ‘¡Ay, Señor, Señor!’ y con un genial Paco Gimeno Huete de ‘7 vidas’, me ha ido enamorando aún más, desde el punto de vista artístico, a cada paso que ha dado. Su naturalidad es su punto fuerte, y en esta película la despliega al 100%. Es el peso pesado de la función. Su reciente galardón malagueño como mejor actor es merecidísimo.

El que me ha s
orprendido también es Fernando Tejero porque últimamente había caído en una espiral de repetición que le había hecho bajar a niveles críticos su vis cómica. No digo que haya cambiado en ese estilo tan personal que tiene para actuar, nos sigue recordando a Emilio de ‘Aquí no hay quien viva’, pero la labor de los mencionados guionistas y el empuje que le ha dado a su papel, convierte a su personaje en un puntazo dentro del argumento.

La que no me he terminado de creer es a Lola Dueñas en su rol de mujer fatal. No digo que no lo haga bien sólo que los papeles de chica explosiva no abundan en su curriculum, y aunque aquí aparece muy sugerente a mí no me terminó de convencer como macizorra. Su potencial es mayor que el exhibido.

En conjunto destacaría la naturalidad interpretativa del reparto de la película, de ahí que se note la falta de ese ‘don’ de algunos actores, por suerte no principales. La aparición testimonial de Chus Lampreave y Luis Varela no permite darle nota alguna.

Con todo esto podría concluir que ‘Fuera de carta’ es una propuesta para pasar una tarde divertida de cine español, que no es poco teniendo en cuenta la escasa frecuencia con la que podemos disfrutar de películas patrias que nos contenten.

David Cárdenas (YB) 13 de Abril de 2008

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