martes, 2 de abril de 2013

RECOGIMIENTO


Cálmate, dolor mío, y tu angustia serena. 
Anhelabas la noche. Ya desciende. Aquí está. 
Una atmósfera oscura cubre a París. Traerá 
a unos cuantos la paz, a otros muchos la pena. 

Mientras la muchedumbre que se rinde al placer 
­Su verdugo inclemente­ por las calles anhela 
Cazar remordimientos bajo la fiesta en vela, 
Tú, dolor, ven a mí. Dame la mano al ver 

Que es posible escaparse de los ya muertos años 
Con sus antiguos trajes en el balcón celeste. 
Ya brotan, como salen del mar, los desengaños, 

Cuando el sol, bajo un arco, se muere en lontananza. 
Ahora, tal un sudario que desciende del este. 
Observa, mi dolor: la inmensa noche avanza. 

Charles Baudelaire

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